Hace algunos meses, fue difícil tomar en serio las sugerencias del sindicato para iniciar la huelga, ya que, específicamente el líder sindical, Joaquín del Olmo, siempre ostentó una posición a favor de la empresa y supongo que, por lo menos los tripulantes, a pesar de no estar recibiendo un sueldo, se mostraban reacios a la idea de la huelga en afán de mantener su fuente de trabajo.
La huelga estalla porque muchos de los trabajadores de tierra presionaron al sindicato; sin embargo, la huelga se ha caracterizado por estar casi muerta, y esto lo atribuyo a que la dirección del sindicato probablemente esté coludida con los Alemán. No hemos tenido ni una sola junta; cualquier intento de organizarnos para difundir esto es inmediatamente impedido, asegurando que no conviene porque el sindicato es el que está llevando las negociaciones y que no quieren “que alboroten” a los empleados, porque no es conveniente para los fines de la huelga.
Por otro lado, algo muy particular de esta huelga es que nos tienen divididos por áreas de trabajo y estamos fragmentados entre espacios muy distantes unos de otros, de tal forma que no hay comunicación entre los trabajadores, y por lo tanto, no hay fuerza ni unión, lo que provoca que el movimiento pase desapercibido.
Asimismo, la información sobre el progreso de la lucha se ha dado escasamente; además, primero nos enteramos por las noticias que por ellos.
Como es sabido, una semana después de iniciar la huelga, Interjet usa como último recurso el desestimarla, porque “no todos los trabajadores habían votado a favor”.
Algunos compañeros aseguran que antes de iniciar la huelga, cuando las votaciones ya habían sido hechas, se añadieron a la nómina cierto número de trabajadores ficticios, quienes inclinaron la balanza hacia el otro lado en las nuevas votaciones. Esto no es capaz de confirmarse, pero el rumor es fuerte; además, se sabe que ya muchos compañeros han desistido y abandonado la lucha; obviamente necesitan llevar el sustento a sus familias
Los trabajadores no estamos pidiendo que se rescate a la empresa, sabemos que la postura de Andrés Manuel ha sido de total apatía, y la actuación de la Secretaría del Trabajo ha inclinado la balanza a favor de la empresa con su ineptitud y poca acción, dejando en el desamparo a los trabajadores.
¿En dónde está Miguel Alemán? El responsable que ha cometido el fraude y que no paga a sus trabajadores, escondido detrás del prestanombres de Del Valle. También le preguntaría a López Obrador: ¿nosotros no somos pueblo? ¿Para nosotros no hay protección? ¿Miguel Alemán es la excepción de su “lucha” contra la impunidad? Hubiera aclarado en sus promesas de campaña que lo que considera pueblo es un grupo muy selecto.
Mientras tanto, los muy pocos que hacemos guardias y esperamos justicia, estamos de pie y así estaremos hasta el final. | 
