En el día de ayer, tras la incorporación de algunos cortes de carnes en los precios cuidados, se verificaron colas de 30 a 50 personas en las sucursales de Carrefour, con la esperanza de poder llevar algo a sus casas. Las góndolas fueron arrasadas.

Tras el comunicado del ministro de desarrollo productivo Matías Kulfas y el ministro de agricultura, Luis Basterra, se implemento a partir de este miércoles, la incorporación de algunos cortes de carne en la lista de precios cuidados, que van a poder ser encontrados los primeros 3 miércoles de cada mes y los fines de semana.

Lejos de resolver la problemática alimenticia, teniendo en cuenta el índice de inflación promedio que ya llego al 36% y la desocupación a un 11,6% (datos del INDEC), el gobierno pretende alivianar ilusoriamente el costo de la crisis sobre los hombros de la clase trabajadora con medidas de este tipo. Se calcula la canasta básica total en un monto de $82.085 mientras que los sueldos muchas veces no llegan siquiera a los $30.000. Se han visto largas filas no solo para comprar un poco de carne, si no para un puesto de trabajo, tanto en San Nicolás como en Villa Constitución. En otras palabras no se llega a juntarse con esas otras 50 personas con la esperanza de conseguir un pedazo de carne bajo los precios cuidados.

Por otro lado, los dirigentes sindicales se niegan a convocar un plan de lucha para el aumento de los salarios. Ante estas problemáticas, surgieron organizaciones como La Red de Trabajadores Precarizados en la principales ciudades del país, uniendo a todos los sectores que no tiene representación sindical, para desarrollar una fuerza que haga sentir el reclamo de la clase trabajadora que no quiere pagar los platos rotos de los ricos de siempre.

Es necesaria una apertura de los registros contables y de los movimientos bancarios de las empresas, para conocer el verdadero estado de las ganancias empresarias. Esto abriría el camino para un verdadero control de precios, llevado adelante por comités de trabajadores y consumidores sobre todas las cadenas de productos esenciales, desde la producción, distribución hasta la venta en grandes supermercados.