El ejecutivo encabezado por Francisco Sagasti, a través de la Resolución Ministerial Nº 161-2021/MINSA, dio a conocer las fases de vacunación que serán aplicadas según la disponibilidad de dosis de las vacunas que lleguen al país. Como queda evidenciado en este cronograma, las fuerzas armadas serán uno de los sectores que primeramente se beneficiarán de la inmunización dejando en un segundo plano a otros sectores de alto riesgo.
Cabe recalcar que la mayor parte de países que han publicado sus fases de vacunación tienen contemplado vacunar a las fuerzas armadas y policiales en etapas posteriores a la de su población de riesgo. La debilidad política del gobierno habría llevado a Sagasti a terminar supeditado a los ordenamientos de las fuerzas represivas, por esa razón, las fuerzas armadas y policiales gozan de una serie de prerrogativas, como ser considerados en la primera fase del proceso de vacunación.
Es así como se refuerza este aparato represivo del capitalismo, el cual, junto a la policía nacional, ha venido actuando impunemente en lo que va de la pandemia, a través de detenciones arbitrarias y la represión a todo aquel que reclame por sus necesidades humanas, en especial a la clase trabajadora y a los sectores populares que empiezan a cuestionar las políticas del gobierno y los abusos de los empresarios.
Es crucial que, cuando se inicie el proceso de vacunación se priorice al pueblo trabajador y en especial a las poblaciones vulnerables, quienes luego de esta pandemia y de dos cuarentenas obligatorias, atraviesan por una profunda crisis económica y social.
A continuación, mostramos las tres fases del proceso de vacunación expuestas por el gobierno:
Fase I: Proteger la integridad del Sistema de Salud y continuidad de los servicios básicos.
• Toda persona que presta servicios, independientemente de la naturaleza de su vínculo laboral o contractual, en las diferentes instancias del sector salud.
• Personal de las Fuerzas Armadas y Policiales.
• Bomberos, Cruz Roja.
• Personal de seguridad, serenazgo, brigadistas, y personal de limpieza.
• Estudiantes de la salud.
• Miembros de las Mesas Electorales.
Fase II: Reducir la morbilidad severa y la mortalidad en población de mayor riesgo.
• Adultos mayores de 60 años a más.
• Personas con Comorbilidad a priorizar.
• Población de comunidades nativas o indígenas.
• Personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), personas privadas de la libertad.
Fase III: Reducir la transmisión de la infección en la continuidad y generar inmunidad de rebaño.
• Personas 18 a 59 años
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