“Yo solo estaba gritando por ella” fueron las palabras de Nerina Moyano el martes en una entrevista. “Me enteré a las 9 de la noche de lo que había pasado y a las 12 ya estaba acá en la comisaría. No quería lastimar a nadie, solamente vine a pararme a pedir justicia”, afirmó.
La bronca por el femicidio de Ursula provocó la movilización de amigos y vecinos ante la impunidad policial. Hubo marchas también frente a los domicilios de dos fiscales y un juez de paz. La joven aseguró que “no quería lastimar a nadie, solo pararme a pedir justicia”.
Matías Martínez, el autor del hecho, ya había sido denunciado previamente por Ursula, tenía una orden de restricción perimetral e inclusive causas por abuso en la Justicia. La respuesta de la fuerza comandada por Sergio Berni, fue reprimir la manifestación del lunes por la noche.
En las redes sociales se viralizó un video donde se ve como la Policía le dispara a la joven de 20 años directamente a la cara con balazos de goma. Nerina afirmó que sus amigos la ayudaron a levantarse y la trasladaron al hospital. “La saqué barata, cinco centímetros más y me sacaban el ojo” sentenció.
Además del hecho, fueron detenidos cinco adultos y cuatro menores que fueron liberados horas más tarde. Como respuesta a la manifestación arribó a Rojas un grupo de Infantería y del Grupo Apoyo Departamental (GAD).
El femicidio de Ursula generó una amplia repercusión y repudio contra la institución policial. Ayer una manifestación masiva de amigos y vecinos de Ursula se convocó en la Plaza San Martín, en Rojas, para exigir #JusticiaPorUrsula. Hoy también hay convocadas movilizaciones por Ni Una Menos, denunciando la responsabilidad del Estado.
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