LID: ¿Cómo es dirigir una murga siendo mujer?
PR: No es nada fácil. Si bien nací y me crié en Melo, la primera vez que dirigí una murga fue en San Carlos (la primera murga de mujeres en ese lugar), y el machismo y la discriminación que vivimos con las compañeras fue muy grande. Algo que me costó hablar por muchos años, ya que no era mi lugar, y en esa dirección forastera, sabía perfectamente que nos estábamos metiendo más que con la murga, con un sistema político.
Nos exigieron concursar, y en las asambleas, decidieron que no teníamos derecho a voto; algo que se creó de un momento al otro, por varones que no veían con buenos ojos nuestra participación en el carnaval.
Finalmente, y contra todos los pronósticos, llegamos a concursar, logrando el puntaje más bajo de la historia del carnaval carolino; para que obviamente, no saliéramos nunca más.
Por suerte, fuimos varias las que nos resistimos a esa sentencia de muerte y logramos de una forma u otra, lograr una permanencia en el carnaval.
Hoy me encuentro dirigiendo y escribiendo las letras de Murga La Muleque, en Melo, y es otro el cantar. Es una murga paritaria, que además de resistir a un sistema político que destruyó a la murga como género, se viene sosteniendo en plena pandemia.
Y sí, la discriminación continua, claro, pero con el componente extra de la invisibilización de ser directora de una murga del interior y de la frontera.
LID: ¿Qué dificultades se presentan para una murga en el interior del país, y en particular en Melo?
PR: El año pasado no hubo espacios para poder presentar el espectáculo, por lo que tuvimos que generar tablados ambulantes, con apoyo de los vecinos. Mientras se vendía un carnaval que desfilaba por la calle principal, gastando un montón de dinero en personajes de la farándula, que nada tenían que ver con Melo.
Por otra parte, es tanto lo que destruyeron a la murga, que casi no encontramos percusionistas que nos puedan acompañar, ni bombo, ni redoblante, ni platillos, ni nada. Un gran tema…
LID: ¿Qué dificultad tuvieron concretamente frente a las medidas dispuestas a partir del COVID?
PR: El día que salió el comunicado a nivel nacional, estábamos todos runidos, hablando de unos pájaros que le íbamos a pintar en la cara a les niñes, en el próximo tablado de carnaval. Arrancamos para el zoom, pero no le encontramos la vuelta. Así que volvimos a encontrarnos siempre que pudimos, a ensayar, igual.
LID: ¿Cómo ves la aplicación de la LUC en tu departamento?
PR: Es un retroceso muy grande en muchos sentidos. Que afecta las pocas libertades por las que podemos luchar, cuando podemos. Además, acá la impunidad es grande y esto es una tarjeta libre para hacer los que les dé la gana, sin dar explicaciones a nadie. Un poco como siempre, pero un poco más.
LID: ¿Qué acciones se están haciendo contra la LUC?
PR: Nos adherimos a la juntada de firmas a nivel nacional. Y también se vienen realizando diferentes intervenciones artísticas, con música, murales, etcétera.
Con la murga hicimos un cuplé, que grabamos hace poco. Dejo algo de lo que venimos cantando:
Las leyes de Lacalle
Son una barbaridad
La ley antipiquete
No la vamo´ a tolerar
Por eso con la murga
Hoy venimos a cantar
Y somos unos cuantos
Que salimo´a protestar
Basta de violentar
Ya no podemos más
A nuestras compañeras
Las tenemos que cuidar
Basta de impunidad
Milicos nunca más
La murga canta fuerte
Para no volver atrás
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