El sábado 27 de febrero trabajadores de la salud de la lista ZR “Trabajadores Revolucionarios” que se presenta a la convención Constitucional convocan a un encuentro para discutir un programa que enfrente la crisis sanitaria abierta por la pandemia y la precariedad de la salud pública. Denuncian que se ha destinado más plata para represión que para la salud y exigen que la salud pública sea reconocida como un derecho lo que significa financiamiento integral a una atención oportuna y gratuita para todas y todos sin subsidio a los privados.
Son 11 los candidatos que trabajan en el sector salud de la lista de Trabajadores Revolucionarios impulsada, entre otras organizaciones, por el Partido de Trabajadores Revolucionarios (PTR) e independientes. Este 27 de febrero convocan junto a la agrupación Abran Paso a un Encuentro por el Derecho a la Salud Pública en el cual buscan dar a conocer sus candidaturas a la convención pero también discutir un programa que enfrente las consecuencias sociales del manejo de la pandemia por parte del gobierno y la precariedad de la salud pública.
La salud pública por el suelo
La mercantilización de la salud ha causado estragos en el sector público. No es secreto para nadie las altas listas de espera, la precariedad en la infraestructura que ha derivado constantemente en centros de salud inundados y en fallas eléctricas. El incendio del Hospital San Borja o la operación quirúrgica realizada por personal sanitario con linternas en el Barros Luco son la postal del Chile neoliberal cuya contracara son las relucientes clínicas y un sector privado engrosado por el subsidio estatal y el resguardo constitucional del negocio de la salud por parte de los holdings nacionales y transnacionales.
Brisa Gálvez, dirigenta nacional de la salud y candidata a constituyente por el D13 plantea que “desde hace muchos años hemos denunciado la precariedad de la salud pública, ya que la capacidad instalada no da el ancho para atender a los pacientes y poder brindar una atención digna oportuna y de calidad al grueso de la población que no puede optar a un sistema privado por falta de recursos económicos. Para suplir esta necesidad se llega a la compra de servicios o prestación de trabajadores que no tienen un contrato de trabajo y por lo tanto, sus derechos laborales se ven vulnerados. Se requiere que el Estado destine más recursos para salud que es prioridad, sin embargo, este gobierno prefiere destinar recursos para comprar misiles al pentágono o guanacos para reprimir.”
Leonardo Cabezas, auxiliar de enfermería del J.J.Aguirre y candidato a la convención por el distrito 8, comentó que “en el caso del hospital donde trabajo el Estado se deshizo del Hospital, porque no quieren costear un hospital docente. Esto trajo precarización para nosotros los trabajadores, donde cientos somos honorarios desde hace años, justificándose con declaraciones de estar "en quiebra", y para los usuarios, hoy funciona como clínica privada. Esto nunca fue consultado, y es porque al Gobierno no le interesa la Salud y Educación de nuestro pueblo.”
Pero esta situación ya no va más, se gritó con fuerza en la rebelión donde trabajadores de la salud, junto con continuar la pelea por mejores condiciones laborales, abrazaron la lucha política por Fuera Piñera en conjunto con otros sectores de la población, movilizándose en sus lugares de trabajo y también formando parte de la primera línea de atención en las brigadas de salud que se levantaron en las principales plazas públicas del país y poblaciones en lucha.
Carolina Toledo, candidata a la convención por el Distrito 10 y enfermera feminista participó activamente en la coordinación de brigadas de salud y fue vocera del encuentro que se realizó a inicios del 2020 al cual asistieron brigadistas de todo el país. Nos comentó que “las brigadas se organizaron con equipos de seguridad personal y equipos de comunicación para poder entregar la atención de primeros auxilios. Para quienes formamos parte de la agrupación de trabajadores de la salud Abran Paso, creemos que faltó una mayor coordinación con hospitales promoviendo la autoorganización también en los lugares de trabajo para fortalecer el área de salud, clave para el desarrollo de la autodefensa. Es muy importante sacar estas lecciones para enfrentar la represión que fue muy aguda en octubre y noviembre del 2019, pero que hoy se mantiene, como lo vemos con el asesinato a sangra fría de Francisco por parte de la policía.”
La pandemia que volvió a poner al descubierto la crisis de la salud pública
En pandemia el descontento con el sistema de salud se profundizó, quedando al descubierto el delirio capitalista que prefiere el negocio de privados a asegurar la vida de la población. El gobierno prefirió adeudar más de 4 millones de dólares a Espacio Riesco o permitir la demolición de una clínica completa para su venta al negocio inmobiliario en vez de fortalecer la red pública con el traspaso de los centros de salud en quiebra y la inversión en más y mejor infraestructura hospitalaria. Sumado a ello no aseguró la trazabilidad ni test masivos en el momento oportuno, jugándose por la estrategia de asegurar la disponibilidad de camas críticas en vez de poner el foco en la prevención. El resultado fue un descontrol total de la pandemia que se mantiene al día de hoy con hospitales sin camas disponibles como ocurre en Antofagasta y, que, a nivel nacional, sólo ha podido controlar agotando el último recurso y después de lamentar miles de muertes: las vacunas.
Para Néstor Vera, médico y candidato a constituyente por Antofagasta, “se muestra lo irracional del capitalismo, mientras millones mueren en todo el mundo, se creó un nicho de negocios que limita el libre acceso de las vacunas a toda la población. Es un problema internacional, teniendo en cuenta la concentración de las vacunas en algunos países imperialistas en desmedro de los países más pobres, que asegura las ganancias de las farmacéuticas. Las patentes comerciales deben abolirse y tener libre producción y distribución de las vacunas”.
La lucha de las y los trabajadores de la salud y la necesidad de levantar un movimiento unitario por el derecho a la salud pública
En el caso del colapso del hospital de Antofagasta Néstor Vera plantea que “para evitar esta crisis se debería implementar un plan de emergencia, que por medio del impuesto a las ganancias de la minería y grandes grupos económicos se puedan financiar medidas sanitarias y sociales urgentes, incluyendo la suspensión de las actividades no esenciales con licencias pagadas a sus trabajadores y prohibición de los despidos.”
Es que la situación de precariedad de la salud pública y el contraste con el negocio de los privados ha generado en la población y también en los trabajadores de la salud un sentimiento de injusticia e impotencia que hay que transformar en organización. Los últimos meses, desde la rebelión hasta ahora, han emergido importantes luchas en el sector primario y hospitales contra los bajos sueldos, la sobrecarga laboral que mantiene a muchos con graves problemas de salud mental y enfermedades generadas por estrés, el precario presupuesto per cápita destinado a la salud, la precaria infraestructura o el machismo y la misoginia azuzado por un modelo de organización jerárquico donde las mujeres, aún siendo mayoría, continúan siendo minoría entre los médicos y mayoría en las labores técnicas y de servicio teniendo por resultado un trato discriminatorio e importantes brechas salariales.
En este contexto sectores de trabajadores que se mantienen en el subcontrato se organizaron y lucharon contra la precariedad laboral. En el Hospital Regional de Antofagasta las trabajadoras del aseo organizadas en el sindicato Siglo XXI, pelearon contra las condiciones laborales impuestas por el trabajo precario. Para Ignacio Cortés, el candidato antofagastino más joven que se lanza a la convención y trabajador de la salud a honorario, nos plantea que "con la crisis sanitaria aumentó el trabajo precario en la salud, y en general en el conjunto de la población y la juventud, un trabajo donde no cuentas con condiciones laborales dignas o derechos sindicales. Ese trabajo precario al que nos arrojan los empresarios y el gobiernos es el que queremos acabar."
Sin embargo, en la mayoría de esas luchas las y los trabajadores se han topado con una burocracia sindical que se ha opuesto a potenciar la organización desde la base en CESFAM y hospitales, con asambleas donde se discuta y vote democráticamente no solamente las formas de movilización si no también los petitorios.
Kevin Bustamante, médico especialista en medicina familiar de atención primaria y candidato a constituyente por el distrito 13, comentó que “la reestructuración de labores por la pandemia, el miedo al contagio, junto a la gestión de las direcciones municipales y por centros, hizo que la vida en los CESFAM fuera un tanto estresante, entonces, viene el gobierno con sus amenazas de ajustes al presupuesto y los sueldos. Desde ahí, ya había un descontento y los trabajadores se comienzan a movilizar tanto por el aumento del presupuesto en salud para asegurar bonos de emergencia y más financiamiento per cápita para la atención. Contra toda la desorganización y los métodos burocráticos de la CONFUSAM que venía zanjando tanto el petitorio como los métodos de lucha por arriba; varios se organizaron para manifestarse como fuera, esperando mayor unidad de todas las organizaciones de salud, cuestión que nunca llegó con fuerza. Ejemplo de ello son los trabajadores del CESFAM Haydee López que se organizaron en asambleas de base.”
Más allá de este límite la fuerza de los trabajadores de la salud está más que demostrada concitando una altísima aprobación en la población. Es necesario unir esa fuerza y levantar un gran movimiento unificado por el derecho a la salud pública además de un plan de emergencia ante la crisis sanitaria y la crisis de la salud pública. Esta es una de las peleas que vienen planteando las y los candidatos que se presentan a la convención constitucional por la lista “Trabajadores Revolucionarios”.
Una convención constitucional a la medida de los empresarios y sus privilegios
Valeria Yañez, candidata a la convención constituyente por el D13 y comunicadora de la salud de atención primaria, plantea para La Izquierda Diario que “convocamos a un encuentro por el derecho a la salud pública por que creemos que tenemos que fortalecer la lucha en las calles y levantar un gran movimiento de las y los trabajadores de la salud poniendo fin a la enorme división entre gremios, entre trabajadores del sector público y privado, entre los trabajadores de la salud y el conjunto del pueblo trabajador, el movimiento de mujeres, los territorios y la juventud. No confiamos en que esta convención hecha a la medida de los mismos de siempre podrá darnos el sistema de salud que anhelamos: unificado, gratuito, no sexista, gestionado por trabajadores, científicos y territorios. Nos presentamos para denunciar las trabas que nos han puesto para debatir los temas urgentes pero, sobre todo, para fortalecer la organización y la movilización en nuestros lugares de trabajo y en las calles, en unidad con otros sectores. Ese es el sentido del encuentro que convocamos, que además es la única vía para conquistar nuestras demandas.”
Valentina Albarracín, trabajadora de atención primaria y candidata a constituyente por el distrito 1 agregó “queremos retomar la lucha de octubre, continuar peleando por una Asamblea verdaderamente libre y soberana, sin piñera, para una sociedad donde gobiernen las y los trabajadores”.
Además la agrupación de trabajadores de la salud Abran Paso y el Partido de Trabajadores Revolucionarios presentan 3 candidatos a concejalías desde donde buscan continuar peleando por estas ideas: en Antofagasta la médica Natalia Sánchez y el tocopillano y trabajador de la salud Sebastián Valdivia. También Joselyn Hermosilla, TENS y recientemente titulada de enfermería, trabajadora del Hospital Barros Luco Trudeau, se presenta por la comuna de San Miguel.
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