Colo Colo enfrenta uno de los partidos más importante en su historia. Impensado para un equipo que gano muchas copas en Chile, la Copa Libertadores de América y que posee uno de los planteles más caros del país. Hoy se encuentra muy lejos de las ideas que tenía David Arellano, profesor y fundador del club , quien soñaba con un fútbol diferente, con participación de los hinchas.
Así como a Arellano, este deporte sigue moviendo a miles de personas. Son trabajadores, mujeres, jóvenes y niños los que vibran cada día con uno de los deportes más bellos del mundo. Pero el fútbol como deporte popular, ha demostrado que no es ajeno a las problemáticas sociales y políticas, donde los principales protagonistas, hinchas y futbolistas toman en sus manos las demandas del pueblo trabajador.
La crisis de Colo Colo es parte de la crisis que vive el fútbol gracias al negocio que han hecho las Sociedades Anónimas Deportivas (SADP) que hace más de 10 años se instalaron en el fútbol chileno, tras un intenso lobby político, procesos de “quiebra” y un discurso de manejo profesional y prosperidad económica, que hoy se cae a pedazos.
Las SADP también le han quitado todo el derecho de voz y voto a sus hinchas, algo que resulta primordial. Estos grupos empresariales se han encargado de quitarles cada vez más la identidad histórica a cada club. Aunque no nos engañemos previo a las SADP el fútbol chileno no era el paraíso, pero estas si vinieron a sellar el traspaso absoluto, de uno de los deportes más populares, al poder económico.
El 5 de mayo de 2005, durante la Presidencia de Ricardo Lagos, se promulga en el congreso la ley N° 20.019, que “regula las Sociedades Anónimas Deportivas Profesionales”. El proyecto de ley se inicia el 23 de julio de 2002, inspirada en la moción parlamentaria presentada por el ex Presidente Sebastián Piñera (en ese momento RN) y la indicación sustitutiva a dicha iniciativa presentada por Carlos Ominami (en ese momento PS), Jorge Pizarro (DC) e Ignacio Pérez (RN). Como podemos ver el proyecto contaba con un apoyo transversal de la clase política.
Empresarios administrando los tres grandes
Esto permitió que grandes grupos económicos se apoderaron primeramente de los equipos grandes del fútbol chileno, Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica. Los principales controladores de estos clubes son Leónidas Vial (dueño de la mayor corredora de bolsa de Chile LarrainVial), accionista mayoritario de la concesionaria Blanco y Negro, quien además mantenía acciones en los otros dos clubes grandes del fútbol chileno. Este empresario fue cuestionado por su participación en el caso cascada, donde habría sido beneficiado con 138 millones de dólares por operaciones de las sociedades cascadas y SQM.
Aníbal Mossa presidente desde 2019 del directorio de la sociedad anónima Blanco y Negro, concesionaria que administra el Club Social y Deportivo Colo-Colo, mismo cargo que ya había ejercido entre los años 2015 y 2018. Este empresario destaca por sus negocios inmobiliarios, agrícolas, turismo y comercio.
Por su parte Universidad de Chile y su sociedad anónima Azul Azul, de la cual actualmente es presidente Cristián Aubert, trabajó bajo las presidencias de Valdés, Yurazseck y Heller en el mismo club. Fue director ejecutivo de E-Group, la empresa que maneja el Movistar Arena y PuntoTicket, entre otros. Y a mediados del año 2019 había sido nombrado como tesorero de la Corporación Santiago 2023.
Actualmente sigue siendo Carlos Heller el máximo accionista de Azul Azul, concesionaria que rige los destinos de Universidad de Chile, quien es además presidente de MEGA, accionista de Bethia, Falabella, Sodimac y Clínica Las Condes.
José Yuraszeck quien también estuvo al mando de la Universidad de Chile, actualmente vendió su paquete de acciones. Yuraszeck es militante de la UDI y socio de empresas CIC, su historia está marcada por el “Caso Chispas”, en la que el ex presidente Piñera también estuvo involucrado.
Universidad Católica y su sociedad anónima Cruzados S.A, el presidente de esta sociedad es Juan Tagle. La Franja tiene como mayor accionista al grupo de empresas Credicorp Capital Chile (antes IM Trust); que tiene como presidente al hermano del timonel, Guillermo Tagle Quiroz.
También tuvo como presidente a Jaime Estévez, quien tiene amplias redes en el empresariado, lo que le ha valido pasar por varios directorios: Banco de Estado, Banco de Chile, Endesa y AFP Próvida.
Queda en evidencia la gran colusión entre políticos y empresarios. Muchos nombres conocidos, que han encabezado los principales clubes del fútbol chileno, quienes se enriquecen a costa de la pasión de los hinchas y en algunos caso son parte de esa misma lista de empresarios que se han llenado los bolsillos durante la crisis sanitaria a costa de las familias trabajadoras.
“Perdimos mucho tiempo peleando entre nosotros”
No podemos permitir que nos sigan robando. Debemos luchar para recuperar este deporte mueve a miles, debe volver a sus hinchas, a sus socios estos son la base para construir un fútbol diferente, que se convierta en una disciplina que realmente puede ser parte de la recreación de millones y ponerlo al servicio del pueblo trabajador.
Con la misma rabia que los hinchas se organizan durante algunos años para enfrentar la hipocresía empresarial y con la fuerza que mostrada cuando se tomaron calles durante las movilizaciones de la rebelión popular, donde se unieron hinchas de diferentes equipos para enfrentar a un mismo enemigo. Porque finalmente son esos mismos empresarios, dueños del país los que no solamente nos roban la salud, la educación y el trabajo, también nos roban el fútbol.
"Durante varios pasajes de la historia podemos ver cómo el fútbol no se desliga de la política y sus contextos de lucha contra opresores, por lo tanto una tarea fundamental para los revolucionarios es recuperar toda disciplina deportiva como la instancia de recreación para los millones de explotados y oprimidos." |