En la escuela Nº 18, distrito escolar 16, de la CABA, docentes denunciaron a este diario el desprendimiento de un pedazo de cielo raso del aula taller, en consecuencia, se inundó todo. En el momento del hecho, no se encontraba nadie en el lugar afortunadamente.
Uno de los docentes dijo: “Vinieron de infraestructura y tomaron nota, pero ese espacio quedó clausurado”. A pesar del lo sucedido por la falta de mantenimiento e inversión en las escuelas públicas de la Ciudad, abrieron sus puertas sin considerar que otros sectores del colegio están en las mismas malas condiciones de infraestructura.
Hubo problemas con los termómetros, marcaban 32 grados, tampoco se tuvo en cuenta, había que comenzar las clases presenciales sea como sea, así lo quiso el Gobierno de Larreta con el aval del ministro de educación de la Nación, Nicolás Trotta.
También se presentó una situación de riesgo: una celadora, con la cual el resto de los docentes tuvieron contacto desde el 8 hasta el 12 de febrero, resultó que el domingo 14 de febrero presentó síntomas y el miércoles 17 de febrero se enteraron que el test había dado positivo.
Una de las docentes llamó al Ministerio de Educación para consultar como se procedía en este caso, dado que el protocolo no es claro ni serio. Desde el ministerio le contestaron que como estuvieron reunidos en el patio a un metro y medio de distancia con barbijos, no se consideraba contacto estrecho y la escuela no cerraba.
Otro docente declaró: “Esto va a ser cosa de todos los días, todos los días vamos a tener situaciones de casos positivos y se van a intentar tapar, buscando las excusas y los grises para que no cierre ninguna burbuja”.
En otra escuela de la Ciudad, la Nº 5, distrito escolar 17 de Villa del Parque, también los docentes denunciaron problemas de infraestructura, explicaron que el baño de jardín se comparte con primaria (inicial y primaria), son dos bañitos y dos piletitas para todas y todos.
Uno de los docentes dijo: “Es terrible el tamaño de las aulas, miden 3x5, o sea, 15 metros cuadrados para grupos de 15 pibes, a ese espacio se le resta lo que ocupan los muebles” y agregó, “El patiecito es lo que se ve en la foto para todo el jardín con las distintas salas, es mínimo, compartido”.
Luego dijo que las aulas se interconectan por el pasillito que se ve en la foto, al fondo del pasillo que conecta las tres aulas, está el baño, “O sea, yo, como maestro de primaria, tengo que cruzar ese pasillito para llegar al baño que compartimos con jardín”. La entrada del colegio es compartida con primaria y agregó: “¿Cómo se puede cumplir con el distanciamiento social de este jardín?”.
Una vez más, la realidad de las escuelas demuestra que las condiciones en las que se impone este regreso a la presencialidad son más que insuficientes. Familias y docentes crean comisiones de Seguridad e Higiene para denunciar la falta de recursos y organizarse ante esta situación en el regreso a las aulas.
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