De esos temas habló Diego Sacchi en su columna sobre noticias internacionales del programa de radio El Círculo Rojo, que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs por Radio Con Vos.
Haití vive una gran agitación política en medio de protestas y movilizaciones contra el presidente Jovenel Moïse.
Comenzaron en enero, pero sobre todo en febrero se ha elevado la tensión por la dura represión.
La isla tiene un larga tradición de rebeliones, y tal vez muchos no lo recuerden pero fue el segundo país en declarar su independencia allá por 1804, después de una revuelta masiva de esclavos y personas de color libres contra el Ejército colonial francés.
Pero por qué surgen las manifestaciones: piden que Moïse deje el gobierno ya que el 7 de febrero, de acuerdo a un artículo de la propia Constitución, venció su mandato.
Hace dos días, incluso, los manifestantes llegaron hasta la sede de la Embajada de EE. UU. para protestar contra el apoyo al presidente. El Gobierno estadounidense bancó a Moïse, que era un declarado trumpista, entre otras cosas porque aplicó un feroz ajuste a pedido del FMI.
Moïse se mantiene en el poder por el respaldo que le están dando las fuerzas armadas y un actor para nada menor, recibió el respaldo expreso del Gobierno de Joe Biden y del Core Group integrado por EE. UU., Francia, Canadá, la Unión Europea, a la que se suma Brasil y otras naciones.
Acá hay un dato importante, no se puede explicar lo que pasa en Haití sin tomar en cuenta la injerencia extranjera, en especial de Estados Unidos. Traje algunos hechos para pensar esto.
En la del 80, EE. UU. impulsó la deforestación de los grandes cultivos de arroz, hasta ese momento, una de las principales fuentes de alimentación y exportación para Haití
En 1991 apoyó un golpe de Estado que expulsó al presidente Aristide que ganó las elecciones proponiendo una reforma agraria, ayudas a agricultores, aumentos salariales y derechos sindicales en las fábricas
En 2004 llega la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en Haití que dura hasta 2017. Esa misión no llevó ni estabilidad ni paz, los crímenes y violaciones a los derechos humanos fueron asumidos por el organismo, incluso fueron estas tropas las que llevaron el cólera a la isla que desató una epidemia en 2010
Luego del devastador terremoto de 2010, se dieron negociados corruptos de reconstrucción en los que estuvo involucrada la Fundación Clinton (durante el gobierno de Barack Obama) y la constructora brasileña OAS
Volviendo a la actualidad, las manifestaciones contra las políticas de Moïse se mantiene, pero también hay una desconfianza hacia los líderes políticos opositores.
En este país golpeado por las crisis y la injerencia extranjera, pero como decía al principio, con una larga tradición de lucha, seguramente lo que se necesita es que aparezcan esos "jacobinos negros" que rompan las cadenas. |