Esta semana se dieron distintas movilizaciones y reclamos en Neuquén, la provincia de Vaca Muerta. La unidad y la coordinación, el camino para enfrentar un 2021 que inició cruzado por la pandemia, el ajuste y la inflación.
Miles de desocupados y miembros de las organizaciones sociales como el Polo Obrero, el FOL, junto a obreros y obreras de Zanon y Cerámica Neuquén, se movilizaron y cortaron la ruta 22 durante la mañana del jueves en la Capital neuquina. La jornada de protesta se replicó en simultáneo en otras localidades del interior de la provincia, en el marco de una jornada de lucha nacional. En simultáneo, una movilización de profesionales de la salud, agrupados en el SiProSaPuNe, con un importante porcentaje de residentes, exigía respuestas al reclamo salarial y por condiciones de trabajo, seguridad e higiene en los hospitales y para todos los y las trabajadoras de la “primera línea”. En otro punto de la capital, docentes de ATEN participaban de un “acampe” mientras se desarrollaba la mesa de negociación con el Gobierno, que finalmente ofreció un mísero 20% de aumento, que fue rechazado por la tarde en masivas asambleas, realizadas de manera virtual ante la negativa de la conducción del TEP (Celeste) de realizar asambleas presenciales, con protocolos y medidas de seguridad como exigía la oposición.
Foto: Flor Salto
Ya durante el fin de semana largo se habían realizado cortes de ruta en distintas localidades ante la falta de agua en algunos barrios populares y asentamientos, reclamo que sigue sin respuesta en uno de los mayores asentamientos de la Capital, el de Casimiro Gómez. Esta misma demanda tuvo su punto más alto hace unas semanas cuando familias cortaron la ruta 7 en Añelo, el corazón de Vaca Muerta, paralizando por unos días la circulación de equipos y trabajadores petroleros, afectando la producción dentro del yacimiento.
Otro reclamo que se hizo oír en Neuquén y todo el país fue contra los femicidios y la violencia machista, con una importante movilización de las agrupaciones de mujeres el mismo jueves por la tarde, exigiendo justicia por Ursula Bahillo.
La pandemia como excusa del ajuste
El telón de fondo de estas protestas es el deterioro creciente de las condiciones de vida de las grandes mayorías, luego de 4 años de macrismo, agravados por el primer año de gobierno de Alberto Fernández que, con la pandemia como excusa, continuó con medidas que profundizaron la desocupación y la pobreza. Es la misma excusa que usa el Gobierno del MPN en la provincia, tomando medidas que favorecen los negocios de las petroleras pero sin dar respuesta a demandas como la construcción de viviendas, planes de obras públicas que podrían dar solución al problema habitacional así como generar puestos de trabajo y reactivar la industria ceramista, que cuenta con 3 fábricas bajo gestión obrera en Neuquén.
La otra cara del Gobierno provincial fue la negativa rotunda a docentes y trabajadores y trabajadoras estatales de todas las reparticiones, incluyendo la “primera línea”, de recomposiciones salariales que, al menos, acompañaran la inflación. Por el contrario, techos salariales y bonos “en negro” que no llegaban a compensar la inflación ni impactaban en las jubilaciones fueron la “norma” del 2020. Todo ello con el aval de las conducciones sindicales de ATE, ATEN, UPCN, que no convocaron a una sola medida seria contra el ajuste del Gobierno.
Foto: SiProSaPuNe
Ayer la excusa del Gobierno era la baja del precio del barril de petróleo a nivel internacional producto de la paralización mundial por la pandemia. Hoy, cuando derraman optimismo al ritmo del aumento del valor del crudo (¡y de la nafta!), lo que no “derraman” desde el MPN son aumentos salariales, aun cuando estiman subir la recaudación por regalías.
Unidad y coordinación para imponer a los sindicatos un plan de lucha
La inacción de los grandes sindicatos es la que permite que los gobiernos Nacional y Provincial avancen con sus planes de ajuste al salario y de deterioro de las condiciones de vida. El Sindicato de Gas y Petróleo, el Centro de Empleados de Comercio, la UOCRA, entre los de mayor peso, directamente se mandaron “a guardar” y dejaron pasar cada ataque, siendo de las ramas más afectadas en pandemia.
Pero sindicatos con mayor tradición de movilizaciones y paros, aunque organizados burocráticamente y más pensados para negociar que para derrotar los ataques, como ATE y ATEN tampoco estuvieron a la altura y a lo sumo realizaron medidas aisladas y sin continuidad, a la hora de tener que responder por la “primera línea”, por las y los docentes, por las y los estudiantes que no podían acceder a la conectividad.
La “foto” de estos días muestra que a pesar de que los grandes sindicatos se abstienen de organizar a los trabajadores y llamar medidas de acción, miles de trabajadores y trabajadoras buscan cómo expresar su bronca y malestar. El reclamo por tierra y vivienda se agravó durante la pandemia, y afecta no sólo a los sectores más precarizados o directamente desocupados sino que atraviesa a la gran mayoría de las y los trabajadores, que incluso con un sueldo “en blanco” no pueden acceder a una casa. La inflación destruye los salarios y golpea aún más duro a las y los desocupados o precarizados que cobran algún plan social.
¿Pero qué pasaría si todos estos sectores que comparten el reclamo al gobierno se unificaran? ¿No le podrían imponer al gobierno que dé respuestas? Incluso con los sindicatos con mayor poder de fuego ayudar a que los desocupados, sin tierra y precarizados puedan hacerse oír con fuerza. Si, por ejemplo, los miles que se movilizaron con las organizaciones sociales hubieran confluido con las y los docentes que esperaban los resultados de la mesa de negociación. Y si hubieran unido fuerzas también las y los profesionales de la salud.
Acciones así fortalecerían no sólo cada lucha “sectorial” sino que también impactarían sobre sectores que no tienen ninguna “representación”, como las decenas de tomas y asentamientos o las y los trabajadores precarizados, o cuyos sindicatos miran para otro lado, como petroleros o comercio.
Por eso desde el PTS, como parte del Frente de Izquierda Unidad, llamamos no sólo a confluir en acciones comunes sino a convocar a instancias de Coordinación para debatir y organizar a los distintos sectores en lucha. Desde Ceramistas, las oposiciones de ATE y ATEN, los movimientos sociales, Centros de Estudiantes, las familias que pelean por tierra y vivienda, junto a la izquierda, podríamos convocar a un Encuentro Regional, similar al que se realizó en diciembre en Cerámica Neuquén, para agrupar a los sectores combativos y en lucha y desde ahí fortalecer la exigencia a los sindicatos para que convoquen a asambleas y un verdadero plan de lucha por demandas como: IFE de $30.000 para todos/as los/as desocupados/as y precarizados/as, salario igual a la canasta familiar, plan de obras públicas para la construcción de viviendas populares, renovación tecnológica de las fábricas recuperadas, no al desalojo de Cerámica Neuquén, estatización sin pago bajo gestión obrera, trabajo genuino para todos/as.
Fotos: La Izquierda Diario
Si desde la izquierda y las agrupaciones, delegados y activistas independientes de la burocracia, que tenemos distinto tipo de inserción como oposición en ATEN, en ATE, peso en los movimientos sociales, ceramistas, centros de estudiantes, etc, peleamos por una perspectiva así podremos fortalecernos como un reagrupamiento que pelee por ganar peso en la base y desde ahí exigir a las direcciones burocráticas asambleas, acciones y planes de lucha a la altura de la situación.