Según informó el Departamento de Justicia de Estados Unidos las autoridades aprehendieron a la mujer en el Aeropuerto Internacional Dulles.
Coronel Aispuro, de nacionalidad estadounidense y mexicana, tendrá su primera comparecencia el martes en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia vía videoconferencia.
Se la acusa de tráfico de drogas, pero también de conspirar para colaborar con Guzmán Loera, el Chapo, en su fuga de la prisión del Altiplano, México, el 11 de julio de 2015.
En 2019, el líder del cártel de Sinaloa fue condenado en Nueva York. Con su caída, temblaron Peña Nieto y otros ex altos funcionarios del PRI y del PAN, aplicadores de los planes neoliberales en México. Sus negocios sucios podían ser exhibidos una vez más.
La misma corte estadounidense que juzgó al Chapo es la que investigó a Salvador Cienfuegos, ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, por sus vínculos con el crimen organizado.
Pero según distintas fuentes estadounidenses el gobierno de AMLO exigió que se retiraran los cargos y ya en México, Cienfuegos recobró su libertad y las autoridades arguyeron que no había elementos para juzgarlo.
Emma Coronel Aispuro puede caer también en desgracia. La metáfora de su apellido no necesariamente la pondrá a salvo.
Los capos del crimen organizado son socios temporales de los gobiernos de los ricos, que los usan para sus negocios en el campo de la economía capitalista “ilegal” -tráfico de drogas, de armas y de personas-, para crear un clima de terror y también como fuerza de choque contra comunidades para desplazar a los pobladores y colaborar con la acumulación por parte de trasnacionales y magnates de territorios ricos en recursos. | 
