La escuela hogar Perón lleva 68 años trabajando con las infancias más vulnerables de los barrios del oeste de la capital y de todo el Gran Mendoza. Hoy, en el marco de la pandemia, peligra su continuidad para dar educación, techo y comida a quienes más lo necesitan |
Las trabajadoras y trabajadores de la escuela se encuentran en estado de alerta frente a lo que consideran un ataque del gobierno a los niños, niñas y adolescentes más necesitados de derechos básicos como son la educación, la salud, la vivienda y el alimento.
En la escuela trabajan con dos modalidades, algunos niños son albergados allí y otros van mañana y tarde. Una de las delegadas de la escuela comentó que trabajan con niñes con vulneración de derechos elementales y la escuela los contiene brindando educación, salud, comida, albergue, servicio de orientación, trabajadoras sociales, psicologxs y psicopedagogxs.
Las docentes presentaron un petitorio para mantener los tres turnos (mañana, tarde y noche), pero no tuvieron una respuesta favorable de parte de la DGE, solo les autorizaron el turno mañana, privándolos de la comida, transporte, doble escolaridad y del albergue.
La delegada mencionó que, al no estar garantizadas estas condiciones, muchos chicos y chicas se están inscribiendo en escuelas cercanas a sus casas, en sus barrios y la matrícula ha bajado considerablemente.
De manera conjunta, entre docentes y celadores, ya habían organizado un protocolo de prevención del covid-19 para dormitorios, comedores, aulas, etc.
Este viernes se concentrarán en las puertas de la escuela hogar para difundir lo que está pasando y para el próximo lunes también planean hacer una olla popular con protocolo para visibilizar este ataque a los que menso tienen. Estas medidas las están tomando en conjunto con toda la comunidad educativa de la escuela, quienes también serán parte de la concentración para demostrar que los estudiantes y sus familias también defienden la educación junto a docentes y celadores. |