En julio del 2020 se publicó un estudio en la revista Nature Climate Change que pronostica la extinción de los osos polares para el 2100. Esto es debido a los efectos del cambio climático, la contaminación y la perforación petrolera. Ahora, es necesario preguntarse quiénes están detrás de estos fenómenos.
Un informe publicado por CDP (Carbon Disclosure Project) titulado “The Carbon Majors Database”, indica que un centenar de empresas son responsables del 71% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, de las cuales, 69% son privadas; esto explica los efectos del cambio climático y la contaminación.
Según un artículo de National Geographic, “La compañía Shell, en conjunto con otros grupos de poder buscan perforar el Ártico en busca de petróleo”. Con estos datos, podemos sacarnos de la cabeza que la responsabilidad puede recaer en el ciudadano de a pie.
No debe tomarnos por sorpresa que, bajo las lógicas de acumulación y maximización de capital, no se tomen en cuenta los daños que se ocasionan al planeta, pues lo esencial para los capitalistas son las ganancias.
Necesitamos cuestionarnos hasta cuándo este razonamiento puede regir y legislar nuestra sociedad. De lo contrario, estaríamos destinados a nuestra extinción y la de muchos seres vivos.
Estas grandes empresas capitalistas, cuya naturaleza es altamente destructiva, son concebidas por el laissez faire como modelos a imitar. A pesar de que los datos de Heritage Foundation indiquen que los países más libres tienen mayor índice de calidad ambiental, esto no significa que el neoliberalismo sea compatible con el medioambiente. Lo que no indica este estudio, es que estos países explotan los recursos del Sur Global y no tocan su territorio.
Una vez más, el capitalismo, en conjunto con el neoliberalismo, nos están demostrado que son nocivos para el planeta y para la vida, no solo de los seres humanos, sino también de las diversas especies de animales. |