Esta semana se conoció el fallo del Juzgado Nacional de Primera Instancia N°34 de Capital Federal que determinó la reincorporación inmediata de Micaela Olivera, una de las trabajadoras despedidas del call center Praga durante el pasado mes de enero, en plena vigencia del decreto antidespidos.
De esta manera, la medida judicial ratificó la ilegalidad del despido y le dio la razón a Olivera, que junto con su compañera vienen luchando por la reincorporación junto con el apoyo y asesoramiento del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) y la Red de Trabajadores Precarizados.
“Este fallo es muy importante para nosotras porque es un paso más para recuperar nuestros trabajos en medio de una situación económica insostenible que está atravesando el país y que muestra que teníamos razón cuando dijimos que lo que hacía la empresa era totalmente ilegal. Ahora tenemos que seguir la pelea para que efectivamente me devuelvan el puesto y estamos a la espera de que también salga la medida favorable para mi compañera”, declaró Olivera.
El call center, compuesto principalmente por trabajadoras mujeres, había echado a comienzos de enero a estas dos empleadas que, además de denunciar los despidos, realizaron reiterados reclamos ante casos positivos de coronavirus en donde no se respetaban protocolos y estaban obligados a compartir elementos de trabajo de uso común. Inclusive no se les permitía la afiliación sindical, no cuentan con delegados, y en medio de la pandemia, no tenían obra social.
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