Desde el 6 de octubre del 2020 decenas de familias de la comarca andina reconocida por ser destino turístico en la provincia, decidieron organizarse y luchar por vivienda digna y tierra para vivir.
La localidad se caracteriza por evidenciar un contraste de clases sociales, de centro turístico para una casta privilegiada por un lado y donde el estado vulnera un derecho tan esencial como el acceso a la vivienda digna por otro.
Guillermo Solís acerca de la audiencia pública citada para el 25 de febrero en la legislatura Neuquina aclaraba:
En una ciudad consternada por el femicidio de Guadalupe Curuel, perpetrado por Bautista Quintriqueo, se evidencia la política estatal que no da respuestas a ninguna urgencia de la población. Que no asiste a las víctimas de violencia de género, como con el reciente femicidio y después de 6 denuncias. Un botón anti-pánico inutilizado por falta de internet o la aparición tardía de la policía a dos cuadras del lugar de los hechos, argumentando falta de móviles, muestra la corrosión pestilente que aceita los engranajes del motor de la maquinaria del estado.
De la misma forma, sus políticas están orientadas a poner las tierras a disposición del negocio inmobiliario en detrimento de las necesidades de la población y de resolver el déficit habitacional.
