Hace unos meses, el ministro de educación, Nicolas Trotta, hizo una gira por todo el país garantizando la vuelta a clases con presencialidad, sin importarle que la infraestructura de nuestros colegios cumpla con los protocolos. Nuestras escuelas no están en condiciones. Mientras, Soledad Acuña y Larreta, son los que están al frente de esta campaña en la Ciudad de Buenos Aires.
Con un 2020 con clases virtuales, no hay ni un cambio de infraestructura, ni acondicionamiento para volver a clases de forma segura. Las escuelas ya se caían a pedazos en la vieja normalidad, pero hoy siguen en las mismas o peores condiciones.
Los ministros nacionales y de CABA tuvieron un año entero para remodelar las instituciones, y no hicieron absolutamente nada ¿Y la plata para nuestros colegios? El presupuesto nacional 2021 presenta un recorte, en términos reales, inmenso en salud y educación para poder destinar esa plata al pago de la deuda externa, siendo que los intereses de deuda equivaldrían a 1,1 veces el gasto en educación. Mientras que el presupuesto de CABA recorta un 70% el dinero para infraestructura escolar. Incluso en medio de una crisis sanitaria, donde hospitales se saturan, donde escuelas no tienen ventilación, eligen al FMI y a los acreedores por encima lxs pibxs y lxs docentes. Nosotres decimos que nuestras vidas están primero.
Los protocolos que se están aplicando para la vuelta a clases ya demuestran que no cubren las medidas de salud necesarias. Nos llegan videos de nuestres compañeres de curso, donde se ve que en los establecimientos no hay alcohol en gel, los baños están destruidos, no hay jabón ni agua, los termómetros no funcionan, etc.
Además, para la ministra de educación de la ciudad, Soledad Acuña, las burbujas tienen que ser de 30 pibxs, mientras hay docentes que trabajan en más de 3 escuelas.
Lo que más queremos les pibxs es poder estudiar para terminar el secundario, pero los gobiernos están pensando la vuelta a clases con protocolos inexistentes, dejando siempre a las comunidades educativas por fuera de las decisiones, incluso siendo lxs que más sabemos sobre las condiciones de nuestros colegios. Esto es evidente hoy en día, con la cantidad de contagios que hay en las escuelas.
A todo esto, Horacio Rodríguez Larreta apresuró la vuelta a clases, para abanderarse de un logro vacío, ya que manda a pibxs y a docentes a clases sin medidas de seguridad. Es un tipo que, no sabemos si alguna vez pisó una escuela pública, pero si lo hizo no le importó nada ver las condiciones deplorables en las que estudiamos.
Además de los protocolos precarios, la faltante de insumos sanitarios y la terrible infraestructura, se le suma la incógnita de las vacunas de nuestrxs docentes. Mientras tanto, el ex Ministro de Salud, Ginés Gonzales García, le reparte vacunas a los amigos del poder y Larreta se encarga de privatizar las dosis de la Ciudad dándoselas a hospitales privados y prepagas para que se las administren a sus socios. Son los privilegiados de siempre. Mientras, precarizan a nuestros docentes, que vienen reclamando que la vacunación es importante para una vuelta más segura, desde hace semanas. No les importa nuestra salud, ni nuestra educación.
En los colegios preuniversitarios, como el Pellegrini o el Nacional Bs As, la situación no es muy distinta. El protocolo de la UBA, también es deficiente en medidas de seguridad. Nosotres, tenemos compañerxs que vienen a cursar desde barrios de la Ciudad de Buenos Aires, hasta Lanús, Quilmes, Moreno, o incluso La Plata. Y docentes que, a causa de la escasez de su salario, dan clases a más de 10 cursos dentro de distintas instituciones.
No nos parece casualidad, ya que el Rectorado de la UBA está colmado de señores que nada tienen que ver con les estudiantes, son electos antidemocráticamente y a dedo, y (oh casualidad), forman parte de la Franja Morada y el PJ. Ya lxs conocemos, son lxs mismxs de hace años.
Organicémonos para pelear
No les confiamos nada, a lxs que desde siempre vienen ajustando a nuestra educación. Las consecuencias de años y años de vaciamiento del sistema educativo se ven, con las condiciones deplorables en las que están nuestros colegios.
Los que nos ajustan, son los mismos que deciden a nuestras espaldas. Les estudiantes queremos decidir y es por esto mismo que es fundamental organizarnos junto a nuestrxs docentes, al personal no docente y a las familias en Comisiones de Seguridad e Higiene y no permitir que la ineptitud, de los gobiernos que prefieren pagar una deuda ilegal antes que dar plata a nuestra educación o nuestra salud, nos deje en la nada misma.
Además, los Centros de Estudiantes se tienen que poner a la cabeza de la lucha llamando a tener asambleas y reuniones abiertas de la comunidad educativa y llevando el debate a las aulas, junto a los gremios docentes.
Somos esa juventud de la marea verde que en 2018 inundó las calles, las aulas y tomó los colegios al grito de querer decidir sobre nuestros cuerpos. Confiamos en esa fuerza arrasadora. Frente a la vuelta a clases sin condiciones y todos los ataques a nuestra educación, hacemos un llamado a todes les estudiantes a que se sumen a luchar para conquistar nuestros derechos. Nuestras vidas valen y las vamos a defender. Que nadie decida por nosotres.
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