Miguel Pesce, el Presidente del Banco Central elevó ese pedido de investigación a ambos organismos, para tal fin le envió toda la documentación de aquella negociación del exgobierno de Macri con el organismo internacional. Eso incluye el informe sobre las actuaciones del ex Ministerio de Hacienda de la Nación y el Informe de "Mercado de Cambios, Deuda y Formación de Activos Externos 2015 – 2019". Algo cerrado bajo 7 llaves para las mayorías populares.
En línea con esa parte del discurso de Alberto Fernández, ahora se presenta este pedido de investigación sobre si hubo pérjuicio o no, contra el Estado. En realidad el verdadero perjuicuio fue para trabajadores, los sectores populares en general. Ahí está el presupuesto 2021 que el Gobierno del Frente de Todos presentó en el Congreso y éste lo aprobó, donde ya no se contemplaban las ATP, pero tampoco el IFE, algo que significó un mínimo ingreso para las familias que nada tienen. A la par de esas ausencias, estuvo la rebaja en el presupuesto para salud, en un año donde el mismo Fenández afirma que la pandemia no se terminó. Todo esto para respetar el pago de la deuda externa.
Mientras tanto, Martín Guzmán continúa tratando de negociar con el FMI, para patear los vencimientos de esa deuda contraída por Macri, que fundamentalmente se usó para la fuga de capitales. Toda esa fuga de capitales, los montos pagados hasta ahora por el actual Gobierno, eso es lo que constituye un verdadero perjuicio, pero para la población trabajadora.
Esa investigación fue una promesa de campaña, que ni bien asumió Fernández, olvidó, sobre todo parece que lo olvidaron los más acérrimos detractores del macrismo -con justa razón- del Frente de Todos. Ahora este movimiento parece más un intento de congraciarse con sectores que se indignaron con el vacunatorio vip, de cara a las elecciones.
Habría que recordarle a Alberto Fernández, lo mismo que le recordó la legisladora porteña Myriam Bregman, del PTS/FIT-Unidad en sus redes sociales.
Por eso una verdadera medida de independencia nacional sería desconocer el conjunto de esa deuda externa (ilegal e ilegítima), con otra serie de medidas como nacionalización del comercio exterior, de la banca para que esos fondos vayan en principio a áreas tan indispensables como salud, educación y vivienda.
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