Ud preguntará: ¿Por qué marchamos?
Marchamos porque nos queremos vivas. Porque nos indigna y nos duele cada femicidio – uno cada 22 horas en lo que va del año. Marchamos porque el Estado es responsable de reproducir y garantizar la violencia machista y la explotación laboral, que golpea con más brutalidad a las mujeres. Porque exigimos justicia por todas. Marchamos porque querernos vivas, es no querer ni una menos sin vivienda, ni una menos sin trabajo, ni una menos sin comida para su familia, ni una menos en la primera línea contra el covid pero en el último lugar para vacunarse, ni una menos trabajando en escuelas que se caen a pedazos y sin garantía de condiciones mínimas de higiene y bioseguridad, ni una menos buscando hijes que la policía detiene y tortura en los barrios.
En Jujuy, mujeres andan diciendo:
“NOS MERECEMOS TODO”
“Las chicas nos cansamos del dirigente vendido y decidimos recuperar nuestro sindicato” dice una trabajadora rural de Jujuy, ellas también están hartas de aguantar las peores condiciones de trabajo, con salarios de 14mil pesos por temporada en algunos casos, mientras empresarios y patrones no dejaron de ganar millones a costa de ellas. Pero eso no es todo, las chicas también le dicen basta al maltrato y al acoso de los jefes; se organizan porque están convencidas de que sus vidas valen más que las ganancias patronales, ya no las para nadie y pelean junto a sus compañeros. Una de ellas nos dice con frente y voz en alto: “es cierto que quieren que nos acostumbremos a la miseria. Pero no queremos más eso. Queremos todo. Merecemos todo. No me callo más"
¡BASTA YA de acoso y violencia laboral!
Somos las mujeres las que nos plantamos frente a la violencia de género en nuestros lugares de trabajo para decir #SiTocanAunaRespondemosTodas. No callamos más, nos fortalecemos juntas para acabar de una vez por todas con la violencia, el acoso y abuso sexual por parte de jefes y patrones que creen gozar de plena e interminable impunidad. Roxana, trabajadora municipal y víctima de violencia, es un ejemplo de que no van a contar nunca más con nuestro silencio, de que no estamos solas, y de que somos mucho mas fuertes cuando estamos organizadas.
YO DESACATO: Vender en la calle no es delito
En Palpalá, en Libertador , en San Salvador de Jujuy, las vendedoras ambulantes y manteras son un ejemplo para todas. La lucha por vender para sobrevivir las convierte en leonas, se abrazan en manada para defender el pan de lxs hijxs. Se organizan por el derecho a trabajar en asambleas bajo el sol, que en vez de agobiarlas las enciende, y arden contra la persecución y represión de municipios radicales y peronistas. Alicia, mantera de Palpalá, integrante de Pan y Rosas, dice animando el fuego: "me hicieron una multa por desacato a la autoridad. Y si, yo desacato la autoridad porque soy desocupada y tengo cuatro niños a los que alimentar, y no tengo derecho a un trabajo." Las Alicias que no son del cuento de las maravillas, desafían la realidad que las oprime y pelean para cambiarla.
SER JOVEN NO ES DELITO: Basta de violencia policial
Madres, jóvenes y familias de los barrios populares están cansadas de que la policía detenga, golpee, torture y criminalice a jóvenes por el solo hecho de serlo, por portación de cara, porque se les da la gana. Contra esta brutalidad en Alto Comedero jóvenes y familias marcharon con las mujeres al frente a las comisarías para decir ¡Basta de violencia policial! Porque no están dispuestas a esperar que asesinen a otro joven ni a vivir con miedo, Mony, compañera docente, artista y tía de una víctima dice: “Sí se puede ir contra el miedo, nosotros pudimos en nuestro barrio hacer una marcha contra la policía, y quisieron pararla pero nos plantamos y dijimos que no. Y después tuvieron que escucharnos. Tenemos que enfrentar el miedo y unirnos”.
“ESTA ES UNA LUCHA POR LA VIDA”
Los y las docentes tienen que ir a trabajar corriendo riesgo permanente. En estos días fallecieron dos docentes por Covid en Jujuy y la situación se agrava en escuelas que suspenden las clases. En este contexto, hay docentes que enfrentan a Morales, lo vienen haciendo Contra el decreto 1807 que les saca derechos de puntaje y traslados También van al frente las docentes provisorias autoconvocadas que se organizan aunque los gremios no toman sus demandas. Pamela, docente de educación especial, se dirige a compañeras y compañeros en una ronda cerquita del 8 de marzo, día internacional de la mujer, y nos apunta directo al pecho: “A los compañeros acá les parecerá raro que hablemos tanto de nosotras, las mujeres. Pero no se trata de nosotras, es una pelea por la vida, queremos tener esperanzas”
Por todo esto desde Pan y Rosas gritamos: ¡este 8 M todas a las calles!
Porque a nuestra marea no la contiene un ministerio, ni dos. Somos todas las que venimos peleando por cada uno de nuestros derechos y poniéndole el cuerpo –no solo la palabra y el sello- por eso pusimos el cuerpo contra la represión de Morales y exigimos que asuma nuestro compañero Gastón Remy- diputado electo del PTS FIT a quien le impiden asumir hace casi 10 meses. Nos tiraron gas, palos y bicicletas encima pero saben muy bien que sus filas uniformadas no nos amedrentan.
Nuestra marea es incontenible, porque es la de las jóvenes que vienen de conquistar el aborto legal, de las manteras y vendedoras ambulantes, las trabajadoras rurales, las docentes, y todas las “desacatadas” que tenemos como horizonte una sociedad sin ningún tipo de opresión y explotación.
Por eso cuando decimos que el Estado es responsable, decimos que para sus instituciones machistas y patriarcales como la policía y la justicia, no hay “reforma” que alcance. No basta con más consejos, cursos y secretarías. Mucho menos mientras no se afecten las ganancias de los grandes empresarios, mientras se siga priorizando el pago de la deuda externa sobre nuestras vidas, mientras no haya un presupuesto acorde para un verdadero plan de emergencia contra la violencia de género.
Desde Pan y Rosas acompañamos y somos parte de las luchas de todas estas enormes mujeres, junto a sus compañeros. Por ellas y con ellas vamos a marchar contra los femicidios, contra los despidos, por vivienda y salario genuino.
Te invitamos a tomar esta pelea en tus manos, en los lugares de estudio, de trabajo, en los barrios, exigiendo a los centros de estudiantes que convoquen a marchar e impulsando comisiones de mujeres para hacer pesar nuestras demandas en los sindicatos, para convencer a miles y ganar las calles. Porque nos organizamos para ir todo, para dar vuelta la historia y conquistar un mundo que no sea de fantasía, que sea – realmente- “el paraíso de toda la humanidad”. |