Sebastián Piñera anunciara que enviará un proyecto para prolongar la medida, que completará un año de vigencia en el país el 18 de marzo. Según él: “Ahora que la extensión va a superar un año tiene que ir al Congreso y por tanto en los próximos días vamos a enviar un proyecto de ley. Espero que tengamos los votos porque el estado de Catástrofe es absolutamente necesario por la pandemia de Coronavirus”.
Lo cierto es que llevamos más de un año con esta medida, recordemos que el 19 de octubre del 2019, Piñera decreta el Estado de emergencia y posteriormente el toque de queda, en diferentes ciudades. Medida que hoy justifican de “carácter sanitario”, pero, veamos las cifras:
Los contagios no han disminuido desde la implementación de esta medida y tampoco las cifras del Gobierno son muy confiables. Uno de sus mayores crímenes, es el no tener un plan serio de trazabilidad hasta el día de hoy. Lo que han hecho: mediante testeos en caso de contacto estrecho en ambientes laborales o formales y mediante la compra del test; se han realizado 9.482.366 testeos en un año, en una población de más de 17.000.000 de habitantes.
Claramente el plan del gobierno es poner todo su esfuerzo en las vacunas para así reactivar las grandes empresas lo antes posible.
Mientras, el Frente Amplio y sus legisladores también cuestionaron la permanencia de la medida. “No tiene ningún sentido si ya llevamos las mismas cifras diarias que en el peak de la pandemia”, comentó el diputado Diego Ibáñez, quien agregó que “científicamente, la mayor cantidad de casos (contagios) se producen en el día y es allí donde se deben restringir los desplazamientos, siempre con motivos sanitarios”.
Buenas razones, pero hace falta más que declaraciones y llamados de atención cuando estamos dialogando con un gobierno que ha dejado de lado a la población en un contexto de crisis sanitaria y económica.
Es necesario ver la actuación del gobierno y sus prioridades de manera clara, sobre todo en materia de represión y enfrentarla con movilizaciones unificadas a nivel nacional para exigir un plan sanitario que responda a las necesidades de la población por encima de las ganancias de los empresarios.
¿Toque de queda para quienes?
El Colegio Médico declaró: “Vamos a tener que mantener restricciones”
Siches, como presidenta del Colegio Médico (Colmed), aseguró ante la comisión que por el momento que atraviesa el país en cuanto a contagios se hacía necesario mantener algunas restricciones.
“Consideramos que hay herramientas que lamentablemente, lo más probable es que se requieran todavía en su utilización. Parto por el estado de excepción constitucional, en donde puedo dejar a los juristas el análisis de si efectivamente hay otras vías para poder tener restricciones. Pero lamentablemente, hacemos el análisis de que lo más probable es que vamos a tener que mantener restricciones en torno a cuarentenas o confinamiento, limitar la movilidad de las personas y también la reunión, particularmente en el momento en que está la pandemia”, sostuvo.
Pero la gente común y corriente tiene otra opinión, según un sondeo de Data Influye: 75% cree que toque de queda en pandemia se usa para controlar el orden público.
Y es de esperar, pues el toque de queda ha servido para criminalizar a las personas durante la pandemia, e incluso culparlas por el aumento de contagios, cuando la mayoría del desplazamiento post toque de queda es de trabajadores cuyas empresas cierran pasada las 10:00 PM. Los locales de comida rápida como Burger King por ejemplo, que claramente no son de primera necesidad pero tienen el visto bueno de Piñera para abrir incluso hasta las 12 de la noche sin problemas, lo mismo pasa con la apertura de malls y de distintas cadenas multimillonarias, pero a quienes obligan a cerrar son a las PYMES.
Según esta misma encuesta El sociólogo y director ejecutivo de Tú Influyes, Axel Callís, explicó que “esto se podría relacionar con la desconfianza de las personas en la información que entrega el Gobierno y con los distintos mensajes que se entregan a la ciudadanía”. Se advierte un interés por parte de las autoridades en mantener las restricciones a las libertades individuales pero no así con ciertas actividades productivas.
Hay un discurso oficial que apunta a recuperar la normalidad, pero que al mismo tiempo responsabiliza a los ciudadanos por las alzas de contagios. Eso tiende a confundir y a generar la sensación de que a las autoridades les importa más reactivar la economía, volver a la normalidad, que proteger la salud de la población”, indicó el experto.
Los contagios en la región de Antofagasta, por ejemplo, se han quintuplicado en el último mes y hace unos días se supo del colapso en el Hospital Regional al carecer de camas críticas. Las autoridades culpan a la población, pero se callan ante el principal foco de contagio: las faenas mineras, que se han mantenido funcionando en todo momento generando exorbitantes ganancias para los empresarios, mientras la salud pública se cae a pedazos. Néstor Vera, médico de la ciudad, se refiere a esta situación.
Esta medida, tan querida y requerida por un gobierno que no se sostiene sin militarización de las calles, ha dejado tres víctimas a manos de carabineros, 3 casos de impunidad (Jonhatan Reyes Somerville, Elvis Riffo Carrasco y Aníbal Villaroel). que muestran la cara de la represión disfrazada de “medida sanitaria”.
La presidenta del Colmed, para validar esta medida argumentó que “las camas críticas están en un momento de muy alta ocupación, se van a suspender mañana las cirugías electivas, tenemos una gran cantidad de casos y se suma el otoño que se acerca, la movilidad, el retorno a clases”. pero la salida a esta crisis sanitaria es más profunda que la represión, por que claramente, solo hay toque de queda para las personas que no tenemos una empresa millonaria donde mandar a miles de trabajadores a contagiarse en las mañanas al metro.
Es necesario un plan de emergencia sanitario, por la misma urgencia que plantea Izkia Siches, pero sin avalar la represión del gobierno, quien incluso justifica el aumento de tropas a La Araucanía, fortaleciendo el poder de fuego de los militares y carabineros allá y los allanamientos a las comunidades mapuche criminalizandolas.
Necesitamos un plan que implique trazabilidad seria, a la mayoría de la población de forma gratuita, financiada por el estado, el cierre de los comercios no esenciales con un sueldo de 500.000 pesos a sus trabajadores financiado por las mismas empresas, sin que se desvinculen de esta responsabilidad como empleadores despidiendo o suspendiendo contratos mediante el seguro de cesantía, mediante nuestro propio dinero del 10% de la AFP para que podamos sobrevivir. se hace necesario este sueldo de emergencia para poder realizar una cuarentena donde no nos muramos de COVID o de hambre y complementado con esto la vacunación de la población que lo quiera y la desmilitarización de las calles, serían un buen pie para ver un avance en la crisis sanitaria.
Que todo el dinero invertido en la represión, en modernizar carabineros y reprimir el wallmapu se invierta en la Salud Pública para contratar personal, comprar insumos y requerimos de la infraestructura tanto de los hospitales públicos como privados para enfrentar la pandemia, es por esto que una medida seria, sería la unificación del sistema de salud, todo esto puede ser perfectamente financiado por un impuesto a las grandes fortunas de este país como Luksic que no ha parado de ver crecer su capital a costa de la pandemia incluso en un 18%, que la crisis la financien los empresarios y el estado, pensemos una salida para las mayorías, ni un peso más en represión, que ese dinero vaya para la salud pública. | 
