Este 4 de marzo, fecha emblemática de movilizaciones en la provincia desde hace 18 años contra la megaminería, tendrá un carácter decisivo.
De un lado, los gobiernos provincial y nacional, las cámaras empresarias de la provincia y la UIA, las multinacionales mineras como Pan American Silver y dirigentes sindicales prominería como Loma Ávila de Petroleros (que organizó una patota contra los docentes en lucha en 2019) y Taboada de Camioneros (que organizó un vacunatorio vip en la sede de su sindicato en Comodoro Rivadavia), entre otros apoyando la zonificación minera. Es decir, el saqueo de los recursos naturales y la contaminación del medio ambiente.
Ellos quieren sacrificar el presente y el futuro en pos del "progreso" y el "desarrollo", como anunció Arcioni días pasados desde la Legislatura. Y están decididos a hacerlo porque tienen el apoyo del Presidente de la nación, que en el discurso del 1° de marzo en el Congreso planteó como una de las diez prioridades de su gobierno actualizar el contrato minero, es decir, flexibilizar aún más las leyes que rigen la minería en Argentina desde la década de los 90.
Uno de los legados de Carlos Menen y el neoliberalismo, que ningún gobierno posterior modificó. Y que justamente en Chubut no se pudo aplicar por la firme resistencia de su pueblo, que desde la cordillera al mar y del norte al sur dice #NoEsNo.
Una vez más en las calles se decide el presente y el futuro
El gobernador más cambiemita del Frente de Todos, Arcioni, al igual que su amigo Sergio Massa, apoyaba las políticas de Macri para la megaminería (ente otras) y luego se decidió por aliarse al Frente de Todos, que está lleno de promineros como el secretario de minería Hensel o la misma Cristina Fernández.
Ayer necesitó de todos para conseguir reunir los votos en la comisión legislativa para llevar el proyecto de zonificación minera a la sesión. Así logró el voto del diputado de Cambiemos que dijo en un reportaje que por $ 100 mil vendía su voto, votos de legisladores de su bancada y también del peronismo de la provincia, alineado con el kirchnerista Linares.
El pueblo, ante esta declaración de guerra, que fija la batalla para esta jornada, no esperó y salió a las calles al grito de "¡La megamienría no pasará!". Fue en Lago Puelo, Epuyen y Esquel en la cordillera, en Comodoro Rivadavia en el sur, en Trelew, Rawson y Puerto Madryn en el noreste y también en las localidades de la meseta como Gan Gan.
Las centrales sindicales que agrupan a la mayoría de los trabajadores estatales de la provincia, afines al gobierno nacional, la CTA de los Trabajadores y la CTA Autónoma, decretaron un paro ambiental contra la zonificación minera para este día. Atech, el sindicato de los docentes, que venía de un acuerdo con Arcioni, hecho a espaldas y en contra de los docentes, se adhirió también. Las Asambleas de la Unión de las Comunidades de Chubut convocaron a movilizarse en toda la provincia a partir de las 9 horas, cuando empieza la sesión virtual que va a tratar el proyecto de ley. La jornada de lucha incluye movilizaciones y cortes de la ruta nacional N°3 y de la ruta nacional N° 40.
El pueblo trabajador y la juventud de la provincia que había depositado sus esperanzas en el gobierno del Frente de Todos para terminar con el gobierno de Macri, está haciendo una experiencia acelerada con el mismo. En el debe tenemos a la pobreza y la desocupación que sufre la población que no ha dejado de crecer, los salarios de los docentes y estatales están congelados desde la paritaria 2019, los subsidios para las petroleras, las pesqueras, Aluar, las generadoras de energías y los terratenientes no cesan, al igual que el pago de la deuda externa ilegal, fraudulenta e ilegítima.
Y por si fuera poco, es una de las provincias con menor cantidad de vacunas dadas, además de los vacunatorios vip y los privilegiados de la casta política que se vacunaron a pesar de que ni los trabajadores de la salud aun terminaron de ser vacunados.
Sea cual fuere el resultado, la batalla del 4 de marzo y su resultado, no se medirá solamente en la aprobación o no de la megaminería y de la resistencia de la clase trabajadora y la juventud, sino en las conclusiones y lecciones que saquen las y los trabajadores y la juventud de todo el país.
Los socialistas revolucionarios del PTS en el FITU participan de estas batallas golpeando como un solo puño contra el saqueo y la destrucción ambiental, pero lo hacen desde la perspectiva de una lucha anticapitalista y socialista, que solo puede llevar adelante un gobierno de los trabajadores en alianza con el pueblo pobre, basado en la autoorganización de los trabajadores, que nacionalice los recursos naturales, deje de pagar la deuda externa y ponga todos los recursos al servicio de la población trabajadora. |