Yohia Cardoso Marino es psicóloga, docente en la UBA y trabaja en un dispositivo orientado a la atención y prevención en violencia de género en el municipio Tres de Febrero, provincia de Buenos Aires.
¿En qué consiste el abordaje que realizan en el dispositivo y en qué condiciones trabajan?
Somos parte de lo que se llama la ruta crítica. Nos encargamos de brindar asesoramiento y acompañamiento a mujeres que atraviesan violencia de género. En líneas generales todas las mujeres que atendemos hicieron todo el recorrido. Han denunciado, pedido medidas de protección, muchas veces llegan a nosotras con problemas como que no le hayan tomado la denuncia o que no tengan medidas de protección vigentes.
Recuerdo un ejemplo donde una mujer que estaba en una situación de violencia de alto riesgo, tenía que ingresar a un hogar de protección o un refugio. Nos contactamos con el Ministerio de Mujeres de la provincia de Buenos Aires, con el área de la red de refugios y hogares de la provincia. Y la respuesta fue que ellos no solucionan los problemas habitacionales de las mujeres.
Foto: Solange Avena
Otra mujer, que se había quedado sin trabajo durante la pandemia y se encargaba de realizar tareas de cuidado en una casa de familia, pidió acceder a un subsidio. En ese momento habían implementado desde el Ministerio el Potenciar Trabajo que es un programa social. Este subsidio es de diez mil pesos, un octavo de lo que sería una canasta básica familiar de 85 mil pesos. Solamente un 10% de las que solicitan, pueden acceder a ese programa.
La realidad es que el Ministerio de Mujeres debería encargarse de que los recursos lleguen a todos lados, pero no llegan. Si estamos en una situación de emergencia, es necesario pensar qué recursos se pueden implementar. En mi distrito actualmente no existe el botón antipánico, pasa en municipios sea que esté el Frente de Todos o Cambiemos. Solamente algunos tienen el Potenciar trabajo, lo tenemos nosotras en Tres de Febrero, pero si te vas a Moreno no lo tenés.
¿Qué medidas opinan que son necesarias para enfrentar los femicidios y la violencia machista?
En la Matanza hay un solo refugio para dos millones de personas, y es un refugio cerrado, ni siquiera es un hogar donde las mujeres pueden salir a trabajar, llevar a los chicos al colegio, realizar otras tareas, relacionarse con otras personas. Que existan casas de medio camino, hogares transitorios y mayor cantidad de refugios es algo sumamente necesario.
En muchos casos son diez trabajadoras para atender un distrito donde viven 300 mil mujeres. Muchas de nosotras también trabajamos en otros ámbitos, porque no nos alcanza con ese único sueldo. Cobramos alrededor de 33 o 34 mil pesos por 30 horas de trabajo semanales como monotributista, estamos precarizadas. Algo que visibilizaron las trabajadoras de la línea 144, de la red de refugios en Capital, que hicieron un paro exigiéndole a Larreta por sus condiciones laborales pero también por el estado de los refugios. La respuesta hasta el momento fue ni de Larreta, ni del Ministerio de Mujeres, ni del Gobierno nacional.
Foto: Enfoque Rojo
En los medios de comunicación cuando salen las funcionarias del Ministerio de Mujeres a hablar, parecen indignadas por las situación que estamos atravesando. Pareciera que ellas no fueran las responsables de que se pueda implementar todo esto. El riesgo es naturalizar que no se pueda hacer nada más. Ahí en realidad hay una voluntad política y una orientación.
¿No se pueden implementar subsidios integrales para mujeres o con la cantidad de profesionales que son egresados de la universidad pública no se pueden fortalecer los equipos de intervención? Con todo lo que se destina a pagar la deuda, al FMI, ¿no se podría fortalecer realmente un programa de emergencia para atención en violencia considerando que estamos en una situación donde hay un femicidio cada 23 horas?
¿Cuáles opinás son las principales demandas de cara al próximo día internacional de las mujeres que este 8 de marzo?
El Estado constantemente nos atraviesa a las mujeres, reproduciendo y legitimando distintos tipos de violencia. Es el que garantiza la impunidad de la Policía Bonaerense de Berni y Kicillof, mientras avanzan sobre los derechos de las mujeres como pasó en Guernica reprimiendo y desalojando. Es también el que mediante la Justicia muchas veces da vuelta la cara y elige fallar en contra de las grandes mayorías.
Foto: Enfoque Rojo
El Estado está presente en todos esos ámbitos, no está ausente. Nosotras no podemos naturalizar que la violencia avance y que avancen contra nuestros derechos. Por eso tenemos que volver a ganar las calles, para mostrar que desde abajo podemos pelear por nuestros reclamos en unidad con distintos sectores. Somos las trabajadoras, las pibas de la marea verde, quienes podemos mostrar realmente cuales son las medidas necesarias para poder paliar la violencia de género.
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