Se conocieron los fallecimientos de una doctora del Servicio de Emergencias del Hospital Fernández y del jefe de cirugía plástica del Hospital de Quemados, por el covid-19.
Ninguno de ellos estaba vacunados. En el caso de la doctora Fullone, en un primer momento no quiso vacunarse, hasta que salió la publicación en la revista The Lancet. Ahí tramitó la vacunación que tenía turno para el 27 de febrero. Sin embargo ingresó al área de terapia intensiva el 22 de febrero y finalmente falleció
Las trabajadores y trabajadoras de la salud siguen siendo las más expuestas a los contagios, sobrecargados de trabajo y sin todos los elementos necesarios para la prevención. A su vez todavía no está todo el personal vacunado, más allá de decisiones personales que se hayan negado a dar la vacuna.
Héctor Ortiz, trabajador de los hospitales Durand y Pedro de Elizalde dijo en Tiempo Argentino que: “El 50% del personal de salud no están inmunizados. No hay vacunas, no hay primeras dosis para los trabajadores que hemos puesto el cuerpo en la primera línea de la batalla sanitaria, con elementos de seguridad insuficientes y de mala calidad, con protocolos de trabajo ineficientes y con la pérdida de compañeros invaluables que se ha llevado esta pandemia”.
Y agregó: “Estamos preocupadísimos. No entendemos por qué no terminan primero con los trabajadores esenciales. Esto muestra la improvisación que hay en la Ciudad de Buenos Aires”. Médicos y enfermeros que lucharon desde el comienzo de la pandemia y lo siguen haciendo, están esperando ser convocados para vacunarse.
En la Ciudad fue muy complicado el inicio de la vacunación a los mayores de 80 años, con una página web colapsada. Los docentes, que deberían comenzar a inmunizarse con el primer millón de dosis de Sinopharm proveniente de China, también son postergados en la CABA. Y tampoco se completa la inoculación del personal esencial de salud.
La diputada porteña Myriam Bregman del FIT/PTS dijo en los medios que el problema era la gran escasez de vacunas que tenemos en el país y que “para solucionar esta escasez hay que enfrentar a los laboratorios”.
También denunció la "privatización" de las vacunas y su aplicación que viene haciendo el Gobierno de Rodríguez Larreta, favoreciendo a prepagas y obras sociales. Esto benefició el negocio privado y la posibilidad de vacunarse a dirigentes sindicales como Moyano o Genta del Sutecba, junto a sus hijos, aun cuando trabajadores de la salud todavía no recibieron su vacuna.
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