Raúl Jalil, quién fuera dos veces intendente de la capital catamarqueña, se mostró nostálgico del Servicio Militar, mas recordado como Colimba, en donde cientos de miles de argentinos sufrieron maltratos por parte de los oficiales de las distintas fuerzas armadas, y que fuera derogado en 1994 debido al rechazo popular magnificado por el asesinato del soldado Omar Carrasco.
En las declaraciones realizadas al diario El Ancasti, el gobernador se refirió a que había escuchado a un funcionario nacional, no dijo cuál, y a que había una supuesta "discusión internacional" diciendo que "tenía que volver el servicio militar pero de otra forma. Es un lugar de encuentro, de gente, yo me acuerdo cuando llegue que había gente de Antofagasta, Belén, de distintas clases sociales. En algún momento, del alguna forma tiene que volver".
Luego señaló que está en conversaciones con el Ministro Rossi para que se instale una base del ejército en las afueras de la capital, que ya les ofrecieron distintos predios de unas 30 hectáreas donde podría instalarse el cuartel, y que eso sería "una buena noticia para los catamarqueños".
El gobierno nacional intenta avanzar en una política para represtigiar a una de las instituciones más odiadas en nuestro país como son las Fuerzas Armadas. A comienzos de su mandato habló de "dar vuelta la pagina" mientras que fueron empoderadas con los operativos por covid-19. Recordemos que el Ejército, lejos de buscar la reconciliación provoca permanentemente, al por ejemplo, realizar homenajes a los torturadores del Operativo Independencia en Tucumán del año 1975.
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