Día Internacional de la Mujer
El día de hoy, un número de mujeres a través del mundo, recibirán flores, tarjetas, saludos de sus familiares, de sus colegas, incluso de las farmacias, las AFP, en un reconocimiento superficial a sus funciones reproductivas y de cuidado. Se ensalzarán cualidades asignadas a las mujeres desde su nacimiento: espíritu de sacrificio, abnegación, postergarse por su familia, instinto maternal, responsabilidad, persistencia. Se hablará del aporte crucial que realizan las mujeres a la economía, se mencionará, brevemente, que ese aporte no ha sido completamente valorado. Se hablará de cómo la situación de las mujeres ha avanzado. Se mencionará a las sindicalistas de Chicago, a los movimientos por el derecho a voto. Se hablará de las mujeres accediendo a la educación universitaria, a la primera doctora, a la astronauta, a la ingeniera en minas.
No se olvidará de hablar de la Presidenta de Chile, de las Senadoras y Diputadas, de un largo camino recorrido gracias al tesón de las mujeres de establecer su presencia en todos los niveles de la sociedad.
Se dirá que aún falta mucho, con respecto a la brecha salarial, a la participación en espacios de tomas de decisiones, a la violencia sexual, femicidios, abuso etc., pero no se dejará de mencionar que se ha avanzado en este aspecto, se citarán casos emblemáticos y quedará en el aire una percepción que se está mejor que antes y que cada año se estará mejor.
Estos discursos y declaraciones no serán nunca acompañados por datos duros, ya que estos datos no coinciden con esas palabras.
Y se nos podrá perdonar que ese día muchas mujeres sentiremos que hay una tendencia a la mejora, que no es tan rápida como debiera, pero que debemos estar satisfechas que no somos vendidas como esclavas, que podemos manejar vehículos, votar, que no se nos manda a la cocina mientras los hombres hablan de política y del estado. Que podemos administrar nuestros bienes y no se nos considera como sujetos sin el criterio de autogestionarnos, etc.
Pero es una ilusión. Vivimos en una sociedad patriarcal. Los crímenes contra las mujeres son, estadísticamente, menos probables de ser investigados. Cuando lo son, tienden a no terminar en sentencias condenatorias. Cuando hay condenas estas son bajas. La brecha salarial existe y no es menor. Y cuando se aduce que no hay brecha salarial, ya que hay una escala de remuneraciones, las mujeres tienen menos posibilidades de acceder a mejores puestos, de ser promovidas, lo que da como resultado una situación desventajosa salarial para la mujer. La mujer está aún a cargo del cuidado de los niños y adultos mayores, sin recibir desde su trabajo, la flexibilidad y respeto hacia esa labor. La maternidad se ve como un hito de la vida de la mujer solamente. A nivel de desarrollo laboral, no hay políticas de conciliación de la vida laboral y familiar, por lo que las mujeres ven afectadas su desarrollo en el trabajo, su previsión, su acceso a mejor sueldo.
Nuestra organización sigue aspirando a una Universidad donde las mujeres estén en completa igualdad de condiciones, donde se reconozca y se establezcan las adecuaciones necesarias para conciliar la carga familiar desproporcionada de las mujeres en su entorno familiar y sus funciones laborales. Necesitamos que las mujeres encuentren en esta universidad un espacio seguro, libre de acoso sexual y laboral, y cuando estos ocurran, las denuncias sean tratadas seriamente, investigadas a profundidad y en un tiempo razonable y las sanciones a los responsables sean proporcionales a las faltas. Las mujeres queremos participación efectiva en las instancias de decisión de la Universidad. Queremos que las funcionarias académicas y administrativas y las mujeres estudiantes, dejen de estar relegadas y que sus voces se escuchen, se respeten y que los cambios las representen. Queremos dejar de ser mayoría en los grados y los sueldos más bajos, y los contratos menos seguros.
Queremos y exigimos DIGNIDAD
Cápsulas:
● Vivimos en una sociedad patriarcal. Los crímenes contra las mujeres son, estadísticamente, menos probables de ser investigados. Cuando lo son, tienden a no terminar en sentencias condenatorias. Cuando hay condenas estas son bajas.
● La mujer está aún a cargo del cuidado de los niños y adultos mayores, sin recibir desde su trabajo, la flexibilidad y respeto hacia esa labor. La maternidad se ve como un hito de la vida de la mujer solamente. A nivel de desarrollo laboral, no hay políticas de conciliación de la vida laboral y familiar, por lo que las mujeres ven afectadas su desarrollo en el trabajo, su previsión, su acceso a mejor sueldo.
● Nuestra organización sigue aspirando a una Universidad donde las mujeres estén en completa igualdad de condiciones, donde se reconozca y se establezcan las adecuaciones necesarias para conciliar la carga familiar desproporcionada de las mujeres en su entorno familiar y sus funciones laborales.
● Necesitamos que las mujeres encuentren en esta universidad un espacio seguro, libre de acoso sexual y laboral, y cuando estos ocurran, las denuncias sean tratadas seriamente, investigadas a profundidad y en un tiempo razonable y las sanciones a los responsables sean proporcionales a las faltas.
● Las mujeres queremos participación efectiva en las instancias de decisión de la Universidad.
● Queremos que las funcionarias académicas y administrativas y las mujeres estudiantes, dejen de estar relegadas y que sus voces se escuchen, se respeten y que los cambios las representen.
● Queremos dejar de ser mayoría en los grados y los sueldos más bajos, y los contratos menos seguros.
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