En el documento redactaron una breve reseña de la historia del día internacional de la mujer, y expresaron “Este 8 M llevamos adelante un Paro Internacional de Mujeres, Lesbianas, Trans y No Binaries en una demostración de unidad de lucha, en el convencimiento de que es urgente e imperioso el reconocimiento de nuestra fuerza de trabajo y de nuestras existencias libres de opresiones, de invisibilizaciones y de discriminaciones sexogenéricas.”
Entre las exigencias, las más importantes estaban relacionadas a la salud de las mujeres, ante el COVID, respecto de la vacunación para todes, pero también hacia el acceso a la salud integral de las personas trans, sobre los tratamientos hormonales, y de las personas VIH, y también la preocupación sobre la implementación de la IVE.
Se exigen políticas públicas que mejoren las condiciones de empleo, permitan reducir la informalidad y aumenten la profesionalización del sector de las personas trabajadoras de casas particulares y que sean incluidas al fondo de desempleo. Trabajo en condiciones dignas para todas y todes, era una de las consignas del documento, donde también se reflejaba la aplicación del cupo y la ley laboral trans, como así también la exigencia de vivienda para todas y todes.
En el documento también hay inquietud porque haya una defensa de la educación laica y de calidad para todas y todes, la aprobación de la Emergencia en Violencia contra las mujeres y las disidencias, y para que haya presupuestos genuinos para los estamentos provinciales y municipales que deben intervenir en las acciones y acompañamientos de las víctimas de violencia.
Sobre el final expresaron una clara posición contra los femicidios y travesticidios o crímenes de odio con la consigna “Paren de matarnos. Basta de discursos, queremos recursos. El Estado patriarcal y capitalista es responsable”.
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