Comenzó a las 15 en Diputados. Habrá varias modificaciones. El diputado Nicolás del Caño, quien siempre sostuvo junto al resto de los legisladores del FIT que el salario no es ganancia, participará del plenario.
Este martes pasadas las 15 comenzó en Diputados el debate en comisiones para modificar el Impuesto a las Ganancias.
El proyecto legislativo sube el piso salarial del impuesto a salarios brutos de $150.000 y exceptúa al aguinaldo. También incluiría mayores beneficios a jubilados y pensionados, a las parejas en concubinato y a los contribuyentes de la zona patagónica.
El análisis de la iniciativa se abrió a las 15 en un plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Legislación del Trabajo, con las exposiciones que brindaron el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Mercedes Marco del Pont.
A su turno, el diputado Nicolás del Caño marcó los límites del proyecto: "Siempre señalamos que el salario no es ganancia. La discusión acá es sobre la actualización (del mínimo no imponible), pero debería ser eliminado este impuesto a la ganancia a la 4ta categoría para todos los trabajadores bajo convenio". Recordó también que originalmente se había implementado para gravar cargos gerenciales pero que con el paso de los años fue recayendo sobre los salarios de distintos sectores de trabajadores.
Además, el diputado del Frente de Izquierda y de los trabajadores aprovechó la presencia de Moroni para plantear que hay medidas urgentes que viene planteando el FIT para que se recupere lo perdido durante la pandemia y previamente durante el macrismo. Un gran contraste con la intervención de Luciano Laspina, del PRO, que le siguió en el uso de la palabra y se preguntó cuál va a ser el costo fiscal de reducir el impuesto a las ganancias. Preocupaciones y preocupaciones.
La economista de este diario, Guadalupe Bravo, sostuvo que "la modificación trae un alivio para quienes venían siendo alcanzados por este impuesto, que son los asalariados mejores pagos y también para las jubilaciones más altas. Una de las motivaciones principales, es el comienzo de la campaña electoral. Según algunas estimaciones, solo en el mes de abril se dejarían de recaudar 10 mil millones de pesos. Se espera que con ese dinero se empiece a activar el consumo".
"Por otro lado, algo a tener en cuenta es que si bien ganancias está considerado un impuesto progresivo porque se aplica por escalas, porcentualmente, tampoco se puede perder de vista que las empresas que son afectadas por las ganancias pueden recibir exenciones fiscales hasta de un 50 %, y se les aplica con distintas condiciones, mientras que a los trabajadores el impuesto se les impone directamente sobre el salario.
En el marco de este debate, Sergio Massa, impulsor de la iniciativa parlamentaria, se reunirá con representantes sindicales. Las cúpulas de los sindicatos que mantienen una total quietud ante las múltiples luchas de trabajadores y trabajadoras, que a lo largo del país pelean por defender sus puestos de trabajo y sus salarios, no pierden oportunidad de negociar con los representantes del Gobierno y las patronales. Vienen siendo parte de la rosca en el Consejo Económico y Social, en la que se busca ponerle un techo a las paritarias bajo el eufemismo de alcanzar "acuerdos de precios y salarios".
Este Consejo Económico y Social, tiene por objetivo cristalizar la pérdida de poder compra del salario de los últimos años, de alrededor del 20 % desde 2015 a esta parte, incluyendo la pérdida de 2020. Probablemente, la modificación que se tratará del impuesto a las ganancias tenga como objetivo también fijar paritarias que no permitan recuperar lo que se perdió todos estos años.
Detalles de las modificaciones
El proyecto que se discutirá este martes será retroactivo a enero pasado, con lo cual a los trabajadores que perciben hasta $ 150.000 de salario bruto se les reintegrará la suma que se les descontó en el primer trimestre del año.
Festejado por Alberto Fernández en su discurso de apertura de sesiones legislativas, esta medida tiene una clara intención electoral. El nuevo piso de $ 150 000 se aplicará desde principio de año, por lo cual lo deducido por el impuesto en los primeros tres meses del 2021 será devuelto en el salario del mes de abril, si el proyecto resulta convertido en ley por el Congreso.
Si bien hoy la ley establece que para que jubilados y pensionados puedan acceder al beneficio no puede tener otras entradas de dinero, "la modificación permitirá flexibilizar ese requisito estableciendo un monto mínimo de ingresos", indicaron las fuentes a Télam.
Del mismo modo, en materia de parejas en concubinato, si bien en la actualidad la ley habilita deducir al cónyuge, los cambios prevén "ampliar la deducción al concubino, cualquiera fuera el sexo, dándole al proyecto una perspectiva de género", explicaron.
Asimismo, esta deducción será aplicable "para los integrantes de la unión basada en relaciones afectivas de carácter singular, pública, notoria, estable y permanente de dos personas que conviven y comparten un proyecto de vida común, sean del mismo o de diferente sexo".
Por otra parte, se incorpora al proyecto un artículo que mantiene el beneficio del "22% adicional" en la región patagónica pero con una carga tributaria menor que el resto de los contribuyentes, lo que "beneficiará a alrededor de 83.500 empleados y jubilados".
El beneficio será sólo para 1 200 000 trabajadores que serán eximidos del impuesto. Mientras entre 750 mil y un millón lo continuarán pagando. Los aguinaldos de aquellos que no superen el piso no serán contabilizados para determinar el impuesto. Además los jubilados que perciben hasta 8 jubilaciones mínimas ya no tendrán el descuento sobre su ingreso.
“Para nosotros el salario no es ganancia, por eso debe ser eliminado el impuesto a las ganancias aplicado sobre los salarios de convenio. Obvio que sí tienen que pagar los gerentes, los altos cargos administrativos que ganan salarios altísimos de las empresas, pero los trabajadores bajo convenio no deberían pagar. Y este proyecto hace que sigan pagando entre 750 mil y un millón de trabajadores y trabajadoras”, sostuvo el economista Pablo Anino, consultado por este diario.
La economista y también periodista de este diario, Lucía Ortega, por su parte, analizó que "el principal límite de este proyecto es conceptual: se sigue considerando en una cuarta categoría del impuesto a los salarios y las jubilaciones como si fuesen ganancia. La principal modificación del proyecto es una actualización del mínimo no imponible a 150 mil pesos junto con otras flexibilizaciones, pero que en cuanto al mecanismo de ajuste hacia adelante deja mucho que desear porque será una vez al año, por lo cual el problema de que vuelvan a ingresar miles de trabajadores y jubilados a este impuesto cada vez que hay aumento de paritarias va a volver a repetirse pronto. Entonces nuevamente para subir los topes se va a requerir una modificación legislativa con la cual buscarán seguir haciendo demagogia electoral. Es inconcebible que descuenten ganancias a los jubilados que aportaron toda su vida al sistema".
“Por otro lado, lo que se está haciendo es una actualización. De 2015 en adelante entran alrededor de un millón de trabajadores al impuesto a las ganancias, porque la actualización de los montos fue muy leve. Lo que se está haciendo es una corrección de eso y a ese millón y pico de trabajadores que entraron a pagar el impuesto y no les correspondía, ahora se los vuelve a sacar. Retrotrae la situación a 2015, pero no mucho más que eso. Y por otro lado hacia adelante se haría una actualización según las remuneraciones del Ripte, pero nada asegura que la misma sea suficiente, como ya pasó con la actualización que existió hasta hoy, por lo cual trabajadores que ahora van a dejar de pagar, en el futuro, a medida que se actualicen los salarios y pasen los topes, pueden volver a pagarlo. El asunto fundamental que no se corrige ni considera, es terminar con el impuesto a las ganancias aplicado al salario” señaló Anino.
“Además no se repara todo lo que se le robó a los trabajadores todos estos años, por lo menos a los que se incorporaron de 2015 en adelante, por la incorporación al impuesto y por la pérdida de poder adquisitivo del salario”, finalizó.
En tanto, a las 18.30, Massa se reunirá con Pablo Moyano (Camioneros), Mario Manrique (Smata), Omar Plaini (Canillitas), Raúl Durdo (SOMU, Marítimos); Sergio Sánchez (Peajes); Daniel Ricci (FEDUM); Miguel Díaz (Udocba); Diego Corvalán (SUPA) y Juan Carlos Moreyra (Ceramistas), entre otros.
También serán de la partida Pablo Flores (AFIP); Juan Pablo Brey (Aeronavegantes); Alberto Wehbe (Obreros del vidrio); Pablo Palacio (Recibidores de Granos, Urgara); Jorge Frías (Aceiteros); Miguel Angel Soto (Peones de Taxi); Daniel Amarante (Guincheros); Claudio Burgos (Trabajadores de la Industria del Hierro); Leonardo Fabre (APOPS); José Minaberrigaray (SETIA, Textiles); Gabriel Suárez (Luz y Fuerza de Córdoba); Carlos Zolezzi (Telefónicos); Ricardo Cirielli (Técnicos Aeronáuticos) y Eduardo Álvarez (Aguas y Gaseosas).
En esta oportunidad -a diferencia de los anteriores encuentros- estarán dos mujeres representantes sindicales: Graciela Aleña (Viales) y Cristina Jerónimo (Empleados del Vidrio).
Esta reunión se suma a la que Massa mantuvo con anterioridad con representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) y con más de una decena de diputados de extracción sindical que integran la Cámara baja.
Un sistema impositivo altamente regresivo
Quienes obtienen ganancias de verdad, los empresarios, continuarán pagando menos impuestos gracias a la baja de retenciones al campo y la minería, los beneficios para la industria, las moratorias y la evasión fiscal. La pobreza ya supera el 40 % de la población y Martín Guzmán decidió eliminar el IFE para priorizar las exigencias del FMI. En el mismo sentido Cristina Kirchner afirmó que no le aumentan a los jubilados porque el país está endeudado.
“En Argentina hay un sistema impositivo altamente regresivo, donde más del 60 % de lo que recauda el Estado en materia impositiva, tiene que ver con impuestos al consumo, al salario y el restante solo sobre impuestos al gran capital”, sentenció Guadalupe Bravo.
La desigualdad entre aquellos que viven de su sueldo y los millonarios que amasan fortunas con sus corporaciones no dejará de acrecentarse sin una reelaboración general del sistema impositivo. Empezando por la eliminación del Impuesto a las “Ganancias” que grava a los salarios y jubilaciones, y un impuesto que afecte realmente los patrimonios de los ricos para garantizar un IFE de $ 40 000 a todos aquellos que lo necesiten.