Desde el 3 de marzo, estallaron violentas manifestaciones en Dakar tras la detención de Ousmane Sonko, principal opositor político del actual presidente, quien quedó tercero en las elecciones presidenciales de 2019, y será nuevamente candidato a las que se celebrarán en 2024.
El candidato había sido Acusado de violación y amenaza de muerte a una empleada de un salón de belleza. El opositor desmiente estas acusaciones y las explica por la intención de Macky Sall, actual presidente de Senegal, de sacarlo de la campaña presidencial. Fue de camino al tribunal cuando los activistas pro-Sonko se enfrentaron a la policía, y los enfrentamientos permitieron al gobierno legitimar la detención del opositor bajo la acusación de "alteración del orden público".
Los manifestantes enfrentan una represión muy fuerte. De hecho, la policía senegalesa no duda en disparar con munición real a la multitud, matando a varias personas. Si las movilizaciones fueron provocadas por la detención de Ousmane Sonko, que convierte su liberación en la principal demanda. Para muchos manifestantes esta fue el desencadenante de liberación de la ira acumulado por tantas frustraciones políticas, económicas y sociales que han animado a la población desde 2012.
Aunque el país ha experimentado un fuerte crecimiento económico en los últimos años, la población no lo ve de esa manera y, según la Organización Internacional del Trabajo, el desempleo en el país es del 48%, una cifra récord. Además, las grandes promesas del actual presidente están lejos de cumplirse, como el establecimiento de un sistema de seguridad social, lo que alimenta la ira del pueblo senegalés, que se siente engañado por el actual presidente y sigue viviendo en una situación de gran pobreza, agravada por la crisis sanitaria y económica.
Esta ira se dirige principalmente hacia Francia y todas las grandes empresas que la representan como Auchan o Total, símbolos del imperialismo francés tal y como lo desarrollamos en un artículo anterior: “Es parte integral de las demandas de este movimiento que aspira a una mayor democracia, mientras que el presidente Sall, que reprime y encarcela a sus opositores políticos, siempre ha sido apoyado por Francia, a lo largo de su mandato”.
Aunque la represión es fuerte, el gobierno senegalés ha ampliado su control sobre la población censurando las imágenes del levantamiento. De hecho, el Estado ordenó el corte de dos canales de televisión durante 72 horas por haber emitido las imágenes de la movilización. La conexión a Internet también se interrumpió el jueves por la noche, y fue imposible enviar mensajes de audio o vídeo. Esta es la última oportunidad del gobierno para evitar que circulen las imágenes de la violencia y de las movilizaciones.
Así, mientras los periodistas internacionales tienen dificultades para recoger imágenes e información general sobre los acontecimientos que sacuden Senegal desde hace varios días, la censura se dirige principalmente a la población senegalesa, que tiene dificultades para comunicarse y organizarse, pero que también tiene dificultades para obtener información sobre el desarrollo de la movilización.
Los cortes de telecomunicaciones durante los movimientos sociales no son insignificantes, ni tampoco un nuevo método de represión. El gobierno de Myanmar también ha utilizado métodos similares durante las protestas que continúan, al igual que el Congo durante las elecciones presidenciales. Estos métodos de censura son un signo de poderes muy debilitados que buscan controlar a la población por cualquier medio posible.
La población no se rinde ante esta represión: los manifestantes respondieron masivamente a la convocatoria de la coalición opositora M2D para manifestarse el 8 de marzo, invadiendo las calles de la capital del país. Sin olvidar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el lunes 8 de marzo, con la sentada organizada por las mujeres en el campo del Sacré Coeur de Dakar.
Junto con las mujeres, los estudiantes siempre están a la vanguardia de esta movilización.
El llamado del colectivo M2D se escuchó abrumadoramente cuando miles de manifestantes convergieron en la Plaza Obelisco el 8 de marzo, formando una enorme multitud.
Bajo la presión de esta potente jornada de movilización, una noticia volvió a definir los parámetros de las movilizaciones: la liberación de Ousmane Sonko, puesto bajo vigilancia judicial. Pudo hablar el lunes a las 19:00 horas, llamando a continuar la movilización, especialmente por la liberación de los demás detenidos políticos. También se desmarcó de las degradaciones contra las empresas extranjeras, diciendo que no hay que luchar por la dimisión de Macky Sall e invitando a los manifestantes a esperar hasta las próximas elecciones presidenciales para cambiar de presidente.
Al mismo tiempo, la coalición opositora M2D, en la que el partido PASTEF de Sanko ocupa una posición central, canceló las dos jornadas de movilizaciones previstas para el 9 y el 10 de marzo. Sin embargo, gran parte de los jóvenes movilizados expresan en las redes sociales su deseo de continuar el movimiento hasta la salida del presidente, culpable de la muerte de varios manifestantes, y la liberación de todos los detenidos.
Mientras el movimiento exigía la liberación de Ousmane Sanko, las razones más estructurales de la bronca, el desempleo, la miseria y la dirección del país por Gobiernos al servicio de las potencias imperialistas están lejos de haber desaparecido, y se ven reforzadas por la sangrienta gestión de la crisis por parte del poder corrupto. El movimiento ni siquiera ha obtenido hasta ahora la garantía de que Macky Sall no pueda presentarse a las próximas elecciones presidenciales, algo que parece querer hacer de forma inconstitucional.
Por el momento, no se puede decir que los manifestantes estén abandonando las armas, a pesar de la timidez de los partidos que dirigen el movimiento. Macky Sall, por su parte, no pide una tregua, ya que los activistas que participaron en el movimiento siguen siendo perseguidos.
Mandat de dépôt pour nos 2 camarades étudiants de L’UCAD
AMADOU WOURY BARRY coordinareur de FRAPP Niani/ Bambuk ...
Publicada por FRAPP-France Dégage en Martes, 9 de marzo de 2021
Queda por ver cómo reaccionarán los manifestantes ante esta “tregua” que se les impuso, y en particular a los estudiantes de la Universidad de Dakar, uno de los ejes centrales de la movilización en la capital.
Artículo original en Revolution Permanente
Traducción: Salvador Soler |