Marzo comenzó en Pilkington, con una campaña de la empresa por “El mes de la mujer” en una supuesta reivindicación de sus derechos. Pero en una muestra más del cinismo empresarial, pisotea los mismos incorporando por primera vez mujeres para tareas de producción, pero que cobraran 60% menos que un obrero varón, siendo tercerizadas, también con menos derechos.
El mismo día que miles de mujeres salieron, en todo el mundo, a las calles este 8M para luchar por sus derechos, en Pilkington ingresaban a trabajar mujeres Tercerizadas en condiciones de precarización y de desigualdad respecto de los obreros. El reclamo de igual salario por igual trabajo del movimiento de mujeres, es negado por esta multinacional.
Mientras en la mayoría de los empleos, la brecha salarial entre hombres y mujeres ronda cerca del 30%, en Pilkington esta brecha será del 60% por realizar las mismas tareas. Las mujeres son contratadas por medio de una empresa tercerizada (D+S) que a su vez las contrata por medio de una agencia de empleo temporal, dejándolas en una situación de inestabilidad laboral.
Esto es una muestra más del cinismo de su "Comité de Inclusión & Diversidad". Si de respeto e inclusión se trata, Pilkington actualmente está condenada y también tiene varios fallos cautelares de la justicia por discriminación que la empresa se niega a cumplir.
Luego de los despidos del 2019, la patronal viene avanzando en imponer peores
condiciones a las trabajadoras y trabajadores para aumentar sus ganancias. Con la pandemia esto pegó un salto con la tercerización laboral que también utiliza para imponer peores condiciones a todos, como son los aumentos de los ritmos de producción y los cambios de puestos de trabajo.
El sindicato y los delegados tienen que dejar de mirar para otro lado. No puede haber trabajadoras y trabajadores de primera y de segunda.
¡Trabajo hay! ¡Pase a planta permanente de todos y todas!
¡Basta de tercerización laboral! ¡Igualdad de derechos para todas y todos! | 
