Son madres solas, con hijos a cargo o que no tienen a nadie a quien recurrir para los cuidados. Representan más de la mitad de un gremio donde la mayoría son mujeres, vienen trabajando sin tiempos de descanso y desconexión desde el año pasado, con sus propios recursos (y los de las familias) y ahora se les impone una presencialidad que no las exime del trabajo virtual.
La medida adoptada por el gobierno de Kicillof deja a miles de trabajadores estatales, docentes y municipales con hijos a cargo sin la posibilidad de poder mantener sus trabajos y contar con el cuidado de sus hijos en plena pandemia.
A raíz de esta situación, trabajadoras de la educación impulsan un petitorio que ya reunió cientos de firmas para exigir la homologación en la Provincia de Buenos Aires de la Resolución del Ministerio de Trabajo Nacional que dispensa a los progenitores con hijos a cargo para los días donde no haya presencialidad. También buscan ampliarlo para aquellos con hijos no escolarizados y con discapacidad sin límites de edad. La Izquierda Diario refleja en esta nota algunos testimonios.
Con fecha 12 de febrero de 2021 se publicó la Resolución 60/2021 del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación que dispone la justificación de la inasistencia a su lugar de trabajo a las personas a cargo de menores en edad escolar y cuya presencia en el hogar resulte indispensable para el cuidado del niño o adolescente “los días en que no concurran a clases presenciales al establecimiento educativo respectivo” y “los días que concurra con jornada presencial reducida y no pueda cumplirse la jornada escolar normal y habitual del establecimiento”. Sin embargo, ese derecho, aunque con restricción mayor a la resolución 207/2020 anterior; el gobierno de Axel Kicillof se niega a otorgarlo a los trabajadores estatales y municipales de la Provincia de Bs As. En el caso de los docentes, fueron notificados a través de otra Resolución de la Dirección General de Escuelas presidida por Agustina Vila que las dispensas por hijo a cargo sólo alcanzarían a los padres que tuvieran menores de grupo en riesgo y discapacitados.
No es la primera vez que el Gobierno de Kicillof le niega un derecho de estas características a los trabajadores bonaerenses. Recordemos que durante todo el 2020 a los trabajadores de la salud se le negaron las licencias de grupo en riesgo (mayores de 60 años y con enfermedades preexistentes). Incluso los bloques del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio votaron en contra de tratar el proyecto presentado por el Frente de Izquierda Unidad en la Legislatura Bonaerense.
Lorena:muchos nos dicen “¿Qué hacían antes de la pandemia?” desconociendo que hay una crisis sanitaria de por medio y un simulacro de presencialidad por falta de recursos y condiciones en las escuelas para aplicar los protocolos. Tengo tres hijos que concurren a un establecimiento de jornada extendida. Yo los llevaba antes de entrar a dar clases y los retiraba cuando terminaba mi jornada. Pero, por protocolo hoy están concurriendo en jornada reducida y alternando las burbujas. Los días que tienen presencialidad lo hacen con horario reducido y yo trabajo la misma cantidad de horas que antes porque atiendo todos los días a distintos grupos por burbujas. Y los días que tienen clases virtuales tampoco puedo acompañarlos en su trayectoria porque tengo que dejarlos solos.
Marcela:Soy única responsable a cargo de mi hijo discapacitado con una patología grave, esquizofrenia, pero como tiene 25 años quedamos fuera de la dispensa, sin embargo, no puedo dejarlo sólo y su cuadro, como la mayoría, se agravó en la pandemia. No tiene cobertura ni ayuda social de ningún tipo, a pesar de que hice todo tipo de trámites. Por eso, trabajo en 13 escuelas con 2 horas en cada una.
Verónica:Estoy impulsando este petitorio junto a decenas de compañeras porque estamos desesperadas, con esta medida nos obligan a dejar solos a nuestros hijos o a renunciar al trabajo y caer en la indigencia. En mi caso tengo una beba de 20 meses y no está escolarizada ya que el nivel inicial los contempla, pero no los incluye al no ser obligatoria la escolarización en esa etapa de la vida. Los jardines maternales son muy pocos, no se consiguen vacantes. Te obligan a pagar uno privado y con nuestros salarios es imposible. Incluso pagando están trabajando con burbujas y tendría que emplear a otra persona para que se encargue del cuidado. Golpeamos todas las puertas y vamos a seguir organizándonos y luchando para revertir esta situación.
Lucía:En mi caso yo tengo también un bebe que estaba al cuidado de mi mamá o mi suegra, pero son grupo en riesgo y están aisladas porque aún no fueron vacunadas y en este momento no tengo a nadie más.
Natalia:Estoy sola con dos niños pequeños y, como las compañeras, no tengo donde dejarlos cuando voy a trabajar. Les plantee mi situación a los directivos ya que no es que no quiero trabajar, sino que necesito seguir haciéndolo en forma virtual y me dijeron que el elevara el pedido a la inspección. La respuesta fue que “no había sustento legal que le de marco a mi petición” y agregó una amenaza “Trate de manejarse y consensuar con su superior directo para evitar sanciones”. Nadie nos da respuestas. Finalmente, el director elevó un pedido de sanción y me cita para que haga en la escuela lo que puedo hacer en casa porque hasta hoy no había alumnos. Las conducciones sindicales también se desentendieron de esta situación que involucra a miles de trabajadoras estatales y en docentes particularmente que es un gremio mayoritariamente femenino y más de la mitad mujeres a cargo de familia.
Elizabeth (La Marrón PTS-FIT) :Esta claro que la restricción en las dispensas es para no nombrar suplentes cuando miles de compañeras y compañeros están sin trabajo. También sabemos que las familias de nuestros alumnos están en la misma situación ya que muchas patronales privadas no cumplen siquiera con la reglamentación ministerial, ni hablar aquellas trabajadoras que tienen trabajos precarios, no tienen jardines maternales ni plus por cuidados por eso queremos incluir en nuestro reclamo no sólo a los trabajadores estatales de la Provincia, sino también al conjunto de las mujeres trabajadoras. A días del 8 de marzo decimos que esta es otra forma de violencia contra las mujeres porque somos las más afectadas por esto por el rol que esta sociedad patriarcal nos ha impuesto. Las que gritamos “Ni una menos” y estuvimos en las calles por el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo también reclamamos el derecho a maternar y poder brindar los cuidados que necesitan nuestros hijos y ese es un derecho negado a las familias trabajadoras. Por eso, exigimos a las conducciones sindicales que rompan su sumisión al gobierno y a las patronales y se pongan a la cabeza de este reclamo.