A inicio del presente año, el Gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís anunció que las pruebas piloto para el regreso a clases comenzarían en 68 comunidades rurales dentro de la comarca lagunera. Por su parte, el subcomité para la Atención del COVID-19 en la Región Laguna dio la aprobación para que el Consejo Nacional de Fomento Educativo (CONAFE) reiniciara actividades el pasado 1 de marzo, con el argumento del bajo nivel de contagios en estas comunidades.
Sin embargo, el pasado 23 de febrero, por nuevas disposiciones a nivel federal, el plan de retorno a las aulas en comunidades rurales de Coahuila se pospondrá hasta que el semáforo de riesgo pase a verde. Esto debido a los repuntes que se prevén en el mes de marzo y semana santa en abril. La aprobación del subcomité se hizo ante la solicitud de los propios representantes de CONAFE, estableciendo diversas consideraciones en los riesgos de contagio.
Pese a que la Secretaría de Educación Pública (SEP) atendió el llamado del Consejo Nacional de Fomento Educativo de Coahuila sobre posponer la clases presenciales, 40 colegios privados en Coahuila se encuentran operando de forma semipresencial sin previa autorización. Están apoyados por medio del subcomité Regional para cobertura de revisión y el cumplimiento de normativas y la asociación Nacional de Escuelas Particulares, que representa a los colegios afiliados, a través de la articulación de Federaciones en todo el país. También forma parte de la Oficina Internacional de Educación Católica.
Alfredo Villar, presidente de la Asociación Nacional de Escuelas Particulares, advirtió semanas atrás, la intención de volver a clases presenciales. Esta premura con la que los colegios insisten en el regreso a clases responde al alto nivel de deserción, luego de que 2 millones de estudiantes de estos colegios abandonaran los distintos planteles en todo el país. Esto debido a la crisis economía que se desprende de la pandemia y que dejara a miles de estudiantes fuera de las aulas. ¿Cómo es que las clases presenciales posibilitarán que las y los alumnos puedan pagar sus colegiaturas?
Esta avanzada por parte de una asociación que no tiene facultades para determinar tales acciones representa a un grupo oligárquico que tiene como único interés recuperar ganancias. No les importa el riesgo para la comunidad escolar, ni las paupérrimas condiciones laborales que enfrentan las y los docentes producto de la privatización de la educación, la cuales se siguen agudizando.
Esta decisión de apresurar el modelo hibrido, además de multiplicar brutalmente el trabajo docente, obliga a volver a sus puestos de trabajo, bajo amenaza de perder su empleo, pese a que todavía sigue sin vacunarse a niños, familias, profesores, administrativos, básicamente todo trabajador del sector educativo de los distintos sectores y niveles. ¿No tendría que vacunarse a toda la comunidad escolar? ¿Incluyendo a madres y padres de familia para pensar realmente en un regreso seguro?
Miles de familias trabajadoras en toda la entidad siguen resintiendo los efectos de la actual crisis, tanto en la cuestión sanitaria como económica. Por ejemplo, siguen enfrentando los despidos masivos, cierres de empresas e industrias que han azotado al estado y todo el país por lo que las medidas de apertura que intenta imponer la Asociación Nacional de Escuelas Particulares bajo el silencio cómplice de Higinio González Calderón, secretario de educación pública, son un crimen en contra de las vidas de las y los trabajadores de la educación, los estudiantes y sus familias. Misma que podrá ser usada como un termómetro para imponer este modelo hibrido en las escuelas públicas, lo cual será un capital político en la vuelta a la normalidad.
Regresar a clases presenciales, es un peligro, pero también una garantía para preservar las ganancias de los empresarios en el terreno educativo, sin importar las condiciones, ni el riesgo, ni que no se cuenta con insumos básicos, personal médico en las escuelas, sobre todo en zonas rurales.
Para volver a las aulas primero es necesario la construcción de más escuelas, emplear a más docentes con plenos derechos laborales e incrementar sueldos mediante un aumento al presupuesto educativo basado en impuestos progresivos a las grandes fortunas del estado y cancelar la deuda externa, ilegitima, heredada por las administraciones de los hermanos Moreira.
Desde la agrupación de docentes Nuestra Clase consideramos que, para responder a esta medida antidemocrática, es necesario que los trabajadores de la educación privada se organicen escuela por escuela forjando la unidad con el sector público.
Hay que romper en primera instancia esta división que generaron las políticas neoliberales, avancemos con organizar asambleas entre docentes junto con las madres y padres de familia, al servicio de agrupar y organizar la fuerza del sector y que sea la comunidad escolar quien decida democráticamente en que momento volver a clases presenciales.
Si tú eres docente del sector privado o público y has sido víctima de abusos, amenazas de despidos o cualquier injusticia, envíanos tu testimonio anónimo, debemos organizarnos contra la precarización y el crimen en contra de nuestras vidas. |