Tres proyectos han ingresado a la cámara baja para impulsar la legislación de un tercer retiro del 10%, sin embargo, aún ninguno es puesto en tabla. Esto puede cambiar en la medida que la presidencia de la Cámara de Diputados sea asumida por Marcos Ilabaca (PS), lo que se presume podría ocurrir durante la próxima semana.
Frente a este posible escenario la Corporación Ciedess proyecta como quedarían los ahorros de los trabajadores y trabajadoras en Chile si se concretara la aprobación de algunos de los proyectos. Con más mesura Ciedess proyecta que 4.3 millones de trabajadores quedarían sin ahorros de pensiones, mientras que la Superintendencia de Pensiones cifra en 6 millones los trabajadores que quedarían sin un solo peso para su vejez, lo que se traduce en que más de la mitad de los cotizantes quedarían sin ahorros. En este mismo desglose las mujeres serían las más perjudicadas. Ciedess estima que en los hombres un 32.7% quedaría sin ahorros, mientras que en las mujeres el 46.6% de las afiliadas no tendrían fondos de pensiones.
A esto se le suma la reducción promedio de las pensiones que se obtengan a futuro, donde el promedio es de una baja del 29%, y si volvemos a desglosar por categoría de sexo, los hombres verían reducida su pensión en un 24.3%, mientras que las mujeres disminuirían su pensión promedio en un 33.3%.
Es escabroso, sobre todo porque las medidas del Gobierno han sido completamente insuficientes para las familias trabajadoras y pobres, lo que ha obligado a millones de personas en Chile a enfrentar todos los altibajos de esta crisis con sus propios ahorros. Si sostenemos el sistema de capitalización individual con las Aseguradoras de Fondos de Pensiones (AFP) actuales, la vejez de las actuales generaciones de trabajadores se verán totalmente sumidas en la pobreza y miseria, más aún incluso que la realidad que viven nuestros ancianos hoy.
La oposición y el Gobierno, en el marco de la discusión por la “reforma de pensiones”, se debaten entre mantener un sistema miserable o uno un poco menos miserable, sin embargo, en un momento como este, el apuro del Gobierno para aprobar esta nueva reforma cosmética apunta a darle oxígeno a las AFP como sistema principal de pensiones en Chile, para mantener ese negocio y perpetuar el régimen de capitalización individual legado de la dictadura, y mantenido también por todos los gobiernos de la ex Concertación y Nueva Mayoría.
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Se hace más urgente que nunca que derribemos de una vez por todas el sistema de AFP, que hoy lucra con los ahorros de nuestros ancianos para hacerse más ricos, e imponer, con la fuerza de la movilización de trabajadores, jóvenes, y mujeres, un sistema tripartito y solidario, el cual debe ser administrado por los trabajadores, junto a pensionados para asegurar pensiones acorde a la canasta familiar que permita el desarrollo pleno, la salud, la vivienda y la jubilación digna. |
