Transfuguismo o “tamayazo” es el término popularizado en la política española para describir este “pase de bancadas” por parte de diputados, a última hora, a cambio de alguna prevenda. Así lo hicieron en su momento dos diputados del PSOE de la Asamblea de Madrid, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, que impidieron que Rafael Simancas fuese elegido presidente de la región.
Políticos que van y vienen, de acuerdo con los negocios que puedan cerrar. Y el futuro político de Ciudadanos, más allá de su aparente triunfo táctico cuando presentó la moción de censura en Murcia, no estaba asegurado. El PP, en cambio, a pesar de sus crisis, sigue siendo una “casa más segura” para la derecha española.
Los cambios de última hora de estos tres diputados hacen fracasar la moción de censura en Murcia, la que en principio desencadenó el dominó de rupturas políticas entre el PP y Ciudadanos, llevando las consecuencias del terremoto político hasta Madrid. Y este fracaso deja a Inés Arrimadas debilitada, mientras el PP logra salvar los trapos, después de un día de haber estado contra las cuerdas y a punto de perder gran parte de su poder autonómico.
En Madrid, la partida central sigue en marcha y será ahora el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) el que decida, reuniéndose de forma extraordinaria este fin de semana, si se va a elecciones el 4 de mayo o se aceptan las mociones de presentadas a contrarreloj por el PSOE y Más Madrid. Aunque, la afinidad de la judicatura con las filas del PP hace prever cuál será la respuesta.
Los partidos ya han iniciado su campaña electoral y el PSOE adelanta que su candidato será el mismo anodino Gabilondo, una figura detrás de la cual se alineará toda la izquierda institucional para intentar llevarlo a la presidencia de la Comunidad de Madrid, azuzando el fantasma del “mal menor” contra la derecha, aunque este represente a un PSOE neoliberal de la primera hora.
Te puede interesar: Ante la crisis política: no caer en la trampa del mal menor y luchar por otra izquierda |