En conferencia de prensa del día de ayer, el Sindicato Nacional de Docentes de Conalep (Sinadoco) denunció actos de corrupción que cometen autoridades de diversos planteles, en los que varios sindicatos, están lejos de defender a las y los trabajadores pues se hacen cómplice de dichas prácticas. Y la comunidad estudiantil se ve afectada.
Señalaron que, en Conalep Estado de México, “están presionando a los maestros para que promuevan entre los alumnos la venta de libros”. La profesora Margarita Morales, del plantel Cuautitlán, recordó cómo las autoridades han desdeñado la labor de los docentes que imparten la materia de inglés, en aras de engordar sus bolsillos.
“Anteriormente en Conalep no había libros para los módulos, teníamos que adaptar algunos, … entonces varios docentes, por ejemplo, de mi plantel, también yo en mi caso, empezamos a recopilar material de un determinado módulo y posteriormente ese material se convirtió en un libro, entonces se empasto, se le dio la forma de un libro. Pero ahora resulta que nos dicen que no podemos utilizar ese material, porque no son de los autorizados por la dirección general."
En vez de reconocer la labor académica de las y los profesores, las autoridades han accedido al soborno de las editoriales, que compiten ferozmente por vender sus respectivos libros. Rubén Jiménez, secretario general del Sinadoco, estima estos sobornos en al menos un millón 400 mil pesos.
Como vemos, esta competencia le abre las puertas a la corrupción; pero por el otro lado, los contratos precarios le permiten a la autoridad mantener una coerción permanente sobre los docentes, que, ante el temor de perder el empleo, sobre todo ahora en pandemia, se ven forzados por la autoridad a vender estos libros.
Bien lo decía Bertolt Brecht,
“Hay muchas maneras de matar” como “Torturarte hasta la muerte por medio del trabajo”.
Resulta que los contratos de los profesores del Estado de México, vencen cada cinco meses y medio. Se les hace una contratación simulada, por servicios profesionales, para que no adquieran derechos laborales plenos. Con ello se les niega la posibilidad de futuro y se les arroja al precipicio de la inestabilidad laboral, de la que se valen las autoridades para doblegarlos.
Lo lamentable es que en Conalep existen varios sindicatos, pero la mayoría de ellos son pro-patronales, como el Sindicato Único de Trabajadores Docentes Conalep (Sutdconalep) en la CDMX o la Asociación de Trabajadores Docentes del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica en el Edomex, que frente a estas situaciones no solo no se han pronunciado, sino que de hecho han sido parte de los brazos de la autoridad para reprimir a profesores que se han manifestado contra las violaciones a sus derechos.
En dos planteles de Oaxaca, Huajuapan y San Antonio de la Cal, el Sinadoco ha documentado irregularidades por parte de las autoridades.
En el boletín de prensa informan que, en Huajuapan, “los maestros descubrieron mediante documento de la Dirección General de Profesiones que las autoridades de Conalep Oaxaca permiten que maestros con título falso ejerzan la profesión”. Mientras en San Antonio de la Cal, “descubrieron mediante revisión de los pagos al estímulo docente, que el director realiza pagos ‘extras’ a docentes de su preferencia y deja sin pago a otros”.
La profesora Soledad Luna, del Plantel 039 en San Antonio de la Cal, menciona el contubernio entre directivos y el Sindicato Único de Trabajadores Docentes del Conalep en el Estado de Oaxaca (SUTDCEO), cuestionaron la forma en que se asignó el estímulo docente, pues había profesores que cumpliendo los requisitos no fueron tomados en cuenta, por lo que:
“se hizo la denuncia correspondiente, sin embargo, pues no fue tomada en cuenta, se dieron los beneficios a algunos compañeros que pertenecen al sindicato del cual también es agremiado el director actual del plantel, el maestro Juan Gaspar Cruz”.
Por su parte, el profesor José Manuel Rosell, secretario de organización y propaganda del Sinadoco, señala que las agresiones en Conalep se han dado de manera selectiva, de baja intensidad, castigando a los profesores que no se someten, quitándoles carga horaria, generando con ello un ambiente de intimidación, “Además de la precarización, hay un acoso laboral”, refiere.
Estas problemáticas laborales datan desde hace años y en vez de revertirse, se han seguido agravando. En 2011, la cámara de diputados asignó 200 millones de pesos para que los docentes de Conalep entraran a un proceso de homologación salarial, los resultados de ese proceso no se han visto a la fecha.
Margarita Morales dice que, en ese año, a los profesores de su plantel se les había dicho que sus condiciones cambiarían, pero al día siguiente se les convocó a una junta extraordinaria para decirles que todo había sido un error de interpretación.
La monumental precarización laboral que impera en el país, requiere que sindicatos y organizaciones del trabajo construyamos una política radical, que además de pronunciamientos de solidaridad y apoyo, pueda ir materializando una fuerza en las calles que logre impulsar grandes movilizaciones, con la capacidad de imponer en la agenda nacional -al mismo tiempo que se va recuperando el control de los sindicatos por las bases- la reconquista de derechos laborales plenos y a su vez se abran los horizontes de una sociedad más allá del capital. |
