Esta semana Claudio Dellecarbonara, diputado por el Frente de Izquierda, presentó en la Legislatura bonaerense un proyecto de ley para que se otorgue licencia con cobro íntegro de haberes para todas las trabajadoras y trabajadores del ámbito público y privado que tengan hijos en edad escolar, para los días en que las clases son virtuales o la presencialidad es reducida. Incorpora también para adultos responsables de niños y niñas con discapacidad, también en los casos de personas que no puedan valerse por sus propios medios, sin límite de edad y cuando no hayan conseguido vacantes en escuelas y jardines.
Se cumplieron dos semanas desde la “vuelta a clases”, que estuvo lejos de “ser normal”, como pretendió presentar el gobierno. Como denunciaron las y los trabajadores de la educación y las familias son muchas las escuelas que no están en condiciones para una vuelta segura.
Dando cuenta de esta situación el proyecto presentado plantea: “Gran parte de las escuelas de la Provincia de Buenos Aires las condiciones no están dadas para una vuelta segura y el protocolo se vuelve inaplicable. Durante el 2020 no se hicieron obras estructurales en las escuelas. Mientras desde el oficialismo se intento mostrar un inicio de clases “normal”, estuve lejos de ser así. Sólo en la ciudad de La Plata de 95 escuelas primarias, 34 no abrieron según informó el Consejo Escolar local. En el distrito de La Matanza el Suteba multicolor informó que de 200 escuelas, 50 no abrieron. En la Escuela donde en el 2017 fallecieron Sandra y Rubén tampoco pudo iniciar las clases por falta de agua. Y así en el resto de la provincia.”
Ya había solicitado Dellecarbonara al Ejecutivo provincial que informe sobre el estado de las escuelas, las obras realizadas y las condiciones para una vuelta segura.
Frente a esta realidad las autoridades educativas, nacionales y provinciales, redujeron los requisitos indicados en el Plan Jurisdiccional para una vuelta segura a las aulas para ajustarlo a las condiciones reales de las escuelas, poniendo en riesgo la salud de trabajadores estudiantes y familias como denunciaron las seccionales Multicolor de SUTEBA.
Es que el gobierno en sintonía con el pedido de las patronales, del que se hicieron eco las movilizaciones de la oposición, sostuvieron una vuelta a la presencialidad (in) segura para volver a una normalidad productiva, cortando todo tipo de licencias que protejan la vida y la salud de la clase trabajadora.
En las escuelas que están volviendo a la presencialidad, lo hacen aplicando un sistema bimodal presencial y virtual, dividiendo cada curso en dos o más burbujas para respetar el distanciamiento dentro de las pequeñas aulas. La vuelta se está haciendo de manera escalonada y por tandas, con los criterios que cada escuela define de acuerdo a su realidad, capacidad edilicia, recursos, etc. Es por esto que las y los estudiantes van de manera alternada a la escuela, por semanas, por días o por horas dentro de la misma jornada. A esto hay que agregarle que a pocos días del inicio de clases presenciales empezaron a aparecer casos de covid-19 lo que implicó la suspensión de clases parcial o totalmente en varios establecimientos. Esta situación produce una nueva (des) organización de la vida de las familias.
Entre sus fundamentos el proyecto plantea “No podemos hablar de una vuelta a clases con “normalidad”. Tanto por el protocolo, como por la cantidad importante de contagios, como por la falta de condiciones sanitarias en una parte importante de las instituciones educativas, es que la vuelta a clases implica una reorganización de la vida familiar cambiante y diversa, y en muchos casos tortuosa, que se modifica dìa a dia o semana a semana. Esto hace necesario contemplar el cambio en la rutina diaria de todos los trabajadores y trabajadoras con hijos en edad escolar, en particular aquellos que son responsables ineludibles de su cuidado, de llevarlos y traerlos a la escuela en los horarios que les indique la institución, de cuidarlos los días o semanas que tienen jornada virtual, con la consiguiente imposibilidad de cumplir regularmente con su jornada laboral. Frente a esto, se vuelve indispensable garantizar las herramientas para la protección de los derechos, en particular el derecho de las infancias a la educación, al cuidado y el de sus progrenitores o adultos responsables a no ver afectado sus ingresos por tener que ausentarse del trabajo en innumerables momentos que le impondrá los primeros meses de vuelta a clases”.
Frente a estas situaciones, trabajadoras y trabajadoras del ámbito público y privado se vienen organizando. Mientras que desde los SUTEBA Multicolor y docentes de base que se empiezan a autoconvocar, cuestionan el inmovibilismo de la conducción Celeste que no pasan de declaraciones, sin convocar a ninguna medida de acción ni organización frente a las condiciones de una vuelta cada vez más precaria en un contexto de altos niveles de contagio.
El proyecto tiene como antecedentes las resoluciones del ministerio de trabajo que contemplan este tipo de licencias pero que han quedado en el papel ya que por un lado las provincias no han adherido a la misma, como es el caso de la Pcia de Buenos Aires, y en donde si se encuentra vigente las patronales no la cumplen.
A su vez, la iniciativa del Frente de Izquierda incorpora la necesidad de licencias en casos de madres, padres o adultos responsables de hijos con discapacidad o que estén al cuidado de personas sin límite de edad que no puedan valerse por sus propios medios. Y también se contempla el caso de quienes estén al cuidado de niños y niñas que se quedaron sin vacantes y a los que el estado no les da respuesta.
Acá podes leer el proyecto completo Proyecto de ley: licencias para personas con hijos e hijas a cargo - FIT- PBA by La Izquierda Diario on Scribd
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