Convocada por Pan y Rosas se realizó una reunión abierta junto a trabajadoras de Arrebeef, de la Comisión de Mujeres de Magaldi, docentes reemplazantes, trabajadoras de la salud, y jóvenes precarizadas y estudiantes. Intercambiaron sobre los desafíos por delante, ganar las calles nuevamente este 24 de marzo, poner en pie comisiones de mujeres y darle fuerza a todas las luchas en curso para que triunfen.
"Nosotras somos empleadas, madres, compañeras de Arrebeef. Fuimos a hacer una movilización pacífica al sindicato, pidiendo explicación de lo que está pasando con los trabajadores, todo el pueblo estaba ahí. Estábamos todos sentados allí y sin aviso previo llegó la infantería y empezó a reprimir, tiraron gases, golpes, balas de goma, de acero. Les pedíamos por favor que no tiren porque había niños, personas grandes, estábamos en una protesta pacífica. Hicieron un apagón de luz, gendarmería salió a cazar como si fuéramos delincuentes. Algo que nunca había pasado en este pueblo que es muy solidario", con estas palabras arrancaban la ronda de intervenciones las mujeres de Arrebeef, del pueblo de Perez Millán.
Así dieron un gran impulso al conjunto de la reunión al decirles a todas que la lucha empezó y que no se va a terminar. Que ahora están de pie y no van a detenerse hasta cambiar el rumbo de sus vidas como trabajadoras. En la reunión también estuvieron presente compañeras de la Secretaría de Género y Disidencias de la Facultad de Humanidades y Artes, y algunas trabajadoras que son parte de la ex Hey Latam, actual Cooperativa Rectuel.
Irene Gamboa, referentes de Pan y Rosas y de la multisectorial de mujeres de Rosario presentó la reunión expresando que a 45 años del golpe genocida las mujeres "tenemos que volver a salir a las calles, y queremos hacerlo saliendo por nuestras demandas, por Ni una menos como lo hicimos el 8M, y también con orgullosamente acompañando a todas las mujeres que hoy la están peleando, las mujeres de Magaldi, las mujeres de Hey Latam, las docentes, las reemplazantes, y las trabajadoras y mujeres de ArreBeef".
Fueron las mujeres de Arrebeef y del pueblo de Perez Millán quienes tomaron primero la palabra contando la experiencia que están viviendo en la lucha por mejorar sus condiciones de trabajo contra una patronal que las desprecia, contra la dura represión del gobierno de Kicillof que se llevó a cabo el martes 16.
Sus palabras fueron muy claras: "Cuando los trabajadores tomaron la definición de tomar la fábrica y protestar allí, nosotras, las mamás y hermanas, empezamos a ayudar, a pedir solidaridad, a cocinar a todos los que estaban allí, para que ellos no bajen los brazos. La lucha ahora es del pueblo completo. Le pedimos explicación al sindicato, porque van 22 días y aun no hay respuestas de nada. Todos vivimos del frigorífico. Y queremos un sueldo digno. Adentro de la fábrica es un atropello todo el tiempo. A muchas les está pasando lo mismo, y nosotras somos mujeres que queremos volver a trabajar. A las mujeres que están en lucha les decimos que no bajen los brazos, que no se rindan, si la lucha se arranca se tiene que terminar de pie, cuando te rendís te pisan, seguir hasta el final sin tener miedo. Vamos a seguir, aunque nos garroteen", se referían a lo que hizo la policía bonaerense.
"Agredecemos la fuerza que nos hacen llegar, porque las voces obreras y las mujeres tenemos que ser escuchadas, y ya nos están escuchando, la igualdad se está viendo en los reclamos, estamos a la par de los hombres", destacaron frente a todas las presentes que las aplaudieron emocionadas.
Antonella, delegada de la toma de Magaldi en la que viven 130 familias, contó como empezaron su pelea por un pedazo de tierra, para que sus hijos tengan un lugar donde vivir. Expresó que en el barrio la mayoría son muy jóvenes, como ella que tiene 21 años y dos niños, y que se organizan en asambleas en la pelea por la tierra y la vivienda: "Por la pandemia muchas familias se quedaron en la calle y no poder pagar un alquiler nos llevó a ocupar un basural abandonado, para poder hacer un rancho de chapa y nylon para tener una vivienda. Hicimos una comisión de mujeres que nos fortaleció muchísimo, pudiendo llevar adelante un comedor, con una organización democrática en la que podemos escuchar a cada uno de los vecinos. Muchas mujeres siempre están encabezando las marchas, desde muy abajo empezamos y la mayoría hoy están organizadas. Es una forma en la que podamos empezar a levantarnos todos y salir a las calles. Hasta el día de hoy estamos en contacto con las familias de Guernica que fueron desalojadas de la mano de Berni y le mandamos todo el apoyo a ellas".
Luego tomó la palabra Tamara, docente reemplazante, de la agrupación La Marron de Amsafe explicando que desde la pandemia se quedaron sin trabajo ni obra social y hasta el día de hoy esa situación se sostiene: "El gremio y el gobierno de Perotti no nos dió una respuesta y por eso nos empezamos a organizar. Y por eso marchamos el 8, porque el Estado y el gobierno reproducen la violencia, que las maestras cobremos bajo la línea de pobreza, que no se aplique la ESI, con las escuelas en condiciones deplorables, dejando a los pibes y pibas sin educación, nos les interesa que las docentes estén sobrecargadas de laburo. Incluso nuestro gremio provincial no nos apoyó, sino que boicotea nuestras movilizaciones, por eso seguimos organizadas para que triunfen todas las luchas. Y el 24 esa fuerza tiene que estar en las calles, por las docentes desaparecidas dictadura, por la impunidad de hoy, por todos los derechos de las mujeres".
A Tamara la siguió Celina Tidoni, abogada del Ceprodh y de la juventud precarizada de los call centers de Rosario: "Estas luchas que cuentan muestran la necesidad de salir a las calles, y después de 45 años levantar las banderas de luchas de aquellos trabajadores y trabajadoras que se organizaron en ese momento, poniendo en pie también comisiones de mujeres, como en el Villazo. Hoy vemos la continuidad de la estructura patriarcal, incluso con el Papa Francisco, que fue parte de esa Iglesia que bancó el golpe y hoy también quiere condenar a las mujeres. Este 24 tenemos que salir a las calles para decirle al gobierno que no nos vamos a quedar encerradas, sino que tenemos muchos derechos por pelear, por la tierra, la vivienda, por el trabajo".
Para finalizar la reunión Irene Gamboa planteó que Pan y Rosas es una agrupación que pelea por los derechos que faltan y por los que ya se conquistaron como el aborto legal, pero a diferencia de otras agrupaciones levanta las banderas de las mujeres trabajadoras que están luchando: “Hoy le queremos proponer ir con fuerza este 24 de marzo, como hicimos el 8M. Saldremos contra la impunidad de ayer y por las mujeres que la están peleando hoy, porque no da lo mismo si las mujeres y disidencias nos organizamos o no. Y que vayamos más allá y pongamos de pie comisiones de mujeres en cada lugar de trabajo, de estudio, como hacen las compañeras de la secretaria de Género de humanidades de la UNR, para organizarnos por nosotras y por el resto de las mujeres trabajadoras, para que tengamos la fuerza para que quienes no quieren que estemos en la calle no lo logren, para decirles a los sindicatos y centros de estudiantes que tenemos que salir a luchar, por nuestros derechos y por el conjunto de los trabajadores y trabajadoras".
La situación está cambiando, las y los trabajadores salen a enfrentar la brutalidad patronal, el ajusto de los gobiernos, las pibas siguen peleando contra la violencia de género frente a la nula respuesta del Estado, y las mujeres hoy son protagonistas de estas luchas. Junto a ellas invitamos a movilizarse este 24 de marzo, porque las calles son nuestras.