Los muchachos no repararon en gastos. “El menú incluyó de entrada un roll de masa filo relleno con vegetales y salsa de champignones; el plato fuerte fue bondiola de cerdo con salsa de cerveza y mostaza dijón acompañada por papas rústicas; de postre se anunció bota de té verde con salsa de frutos rojos. Todo regado con vinos de la bodega Catena Zapata y champagne Barón B” (Infobae). ¿Para qué reparar en gastos si después habrá negocios para todos y todas?
Después habló el candidato “del proyecto”, Daniel. Y repitió el libreto: “quiero ser el Presidente del desarrollo: energía, minería sustentable, industria agroalimentaria, ciencia y tecnología y turismo son los pilares de nuestra agenda".
Todos aplaudían. "Mirá cuántos empresarios juntamos... pensar que unos meses antes no llegábamos ni a 50. Y mirá cuántos sindicalistas hay... hace poco eran cuatro o cinco", le dijo por lo bajo a uno de los asistentes. "Y van a sumarse muchos más"(Infobae).
Les dolían las manos de tanto aplaudir. Sobre todos a los hombres que pusieron en pie la “Mesa Empresaria Scioli Presidente” el 27 de Mayo de este año y ayer organizaron la cena.
Uno de ellos es Pablo Marón Challú. Muchos desconocen ese nombre. Quizás porque a pesar de sus cargos, en los años de plomo aprendió a manejar cierto perfil bajo.
Asesor (verde oliva) de la muerte
Hace pocos años, la Dirección General de Inteligencia del Ejército dio a conocer la “Nómina del Personal Civil de Inteligencia (PCI) que revistó en el período 1976-1983”. Podemos presumir que a la lista le faltan algunos agentes, pero más de 4000 nombres se hicieron públicos. Uno de los más recordados, el del sindicalista oficialista Gerardo Alberto Martínez (también impulsor de la campaña Scioli Presidente).
En esa nómina, con el número de orden 1038, figura Pablo Maron Challú, DNI 4.428.035.
Challú revistaba como asesor del Batallón. El 601 se hizo tristemente célebre por la ferocidad de sus espías y torturadores, responsables de la persecución, tortura y desaparición de cientos de trabajadores, estudiantes y militantes políticos.
Según un estudio del especialista Jorge Daniel Pedraza, “de la totalidad del Personal Civil de Inteligencia que revistaba en el organismo, unos 800 lo hacían como Agentes de Reunión y Producción, que eran quienes se infiltraban en sindicatos, universidades, y organizaciones políticas y sociales para recabar información (buchones)”.
Pero había otras tareas. “Los encargados de analizar y clasificar estos informes eran los Agentes de Apoyo y Procesamiento, 475 en total, repartidos en distintas especialidades: agentes, asesores generales, asesores informáticos y asesores universitarios. Estos últimos eran en su mayoría docentes que monitoreaban los contenidos académicos en busca de posibles “mensajes subversivos” camuflados. Se los consultaba además sobre las distintas actividades estudiantiles que se desarrollaban en sus universidades”.
Pablo Maron Challú era parte de la estructura del Batallón, en la categoría asesor. Maron es Licenciado en Economía y en los años 70 y 80 fue profesor en distintas universidades, entre ellas la Católica.
¿Cuáles eran sus tareas? ¿En qué casos intervino? ¿A quiénes entregó?¿Qué otro tipo de asesoramiento daba a los sicarios del 601, que además están acusados por delitos económicos?
Esas verdades hoy permanecen ocultas. Porque los archivos de la dictadura siguen ocultos, y porque los civiles que fueron parte del aparato represivo no han sido juzgados.
Asesor (naranja) “del proyecto”
Cuando la crisis económica internacional comenzaba a afectar a la Argentina, en 2009, Daniel Scioli decidió contratar “expertos” para capear el temporal. Por el decreto 342, Pablo Maron Challú fue nombrado a partir del 1° de enero de 2009, en el cargo de Asesor de Gabinete del Gobernador de la Provincia de Buenos Aires. Su tarea: “asesor en Producción y Empleo”. Lo primero que dijo el nuevo asesor fue que “para enfrentar la crisis financiera mundial se necesita un gobierno que esté alerta, que sea abierto y escuche a los empresarios”.
Además de la notable pérdida de puestos de trabajo en la Provincia, el mayor conflicto de “producción y empleo” que tuvo Daniel Scioli ese año fue el de los trabajadores de Kraft. El gobernador “escuchó a los empresarios” y decidió resolverlo con la Guardia de Infantería de la Policía Bonaerense. ¿Quién lo habrá asesorado?
Challú siguió muy ligado al gobierno del actual candidato del Frente para la Victoria. El ex agente del Batallon 601 siempre ha sido un hombre de peso en la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires.
Su carrera empresaria, al dejar su trabajo en el Batallón, fue siempre en ascenso. Challú es un hombre de los grandes laboratorios. Un caso polémico se desató cuando fue nombrado en el gabinete de Eduardo Duhalde como Secretario de Comercio. Como denunció en su momento Horacio Verbitsky: “la designación del zorro, Pablo Challú, en el gallinero para defender a los consumidores y la competencia es un chiste de mal gusto. Durante su gestión como Secretario de Comercio en el primer gabinete de Carlos Menem el precio de los medicamentos aumentó tres veces y se desalentó la posibilidad de que se pudieran vender en las farmacias medicamentos genéricos, sin marcas de fantasía. Luego fue lobbista de los laboratorios farmacéuticos locales, CILFA, sobre los legisladores que trataban la ley de patentes” (Página 12, 10/3/2002).
Un funcionario menemista, duhaldista, y sciolista. Cómo debe ser...
La Mesa está servida
Según los medios, “sentado junto a importantes referentes empresarios como Raúl Lamacchia (FEBA), Osvaldo Rial (UIPBA) y Diego Buracco (Cámara de la Construcción), Lascurain (UIA) y el secretario general de la CGT, Antonio Caló (UOM), Scioli fue el centro de todas las miradas”.
Lamacchia fue el vocero de los empresarios ante los medios. Todos saben que es un hombre ligado fuertemente a Eduardo Duhalde. Como empresario peronista, fue uno de los senadores del “zabeca de Banfield” en los años 90’. Como titular de la Unión Industrial de Mar del Plata, fue el organizador del Movimiento Productivo Argentino, un agrupamiento de empresarios y ruralistas que puso en pie Duhalde, “casualmente”, semanas antes del estallido de diciembre de 2001. Además de Lamacchia y otros impulsores de la “Mesa Scioli”, estaban allí los representantes de la Cámara de la Construcción, la Sociedad Rual y la Unión Industrial.
Pero nadie puede negar que Scioli siempre fue sincero con su pasión por el empresariado. O mejor dicho, nunca renegó de su pertenencia de clase. Por eso arrancó su discurso diciendo que “mi padre fue miembro fundador de CAME con Osvaldo Cornide”.
Cornide y la CAME fueron los mismos que firmaron aquel 25 de marzo de 1977, una solicitada que decía “deseamos destacar los importantes logros del Gobierno Militar en el plano de la acción antisubversiva y el reestablecimiento de la moral pública, el orden y la seguridad” (La Prensa, 25/3/1977).
Está clarísimo el proyecto de Scioli. No sólo por su discurso ante los empresarios, ni por su gestión en la provincia de Buenos Aires, sino su asesor económico que trabajó para el Batallón 601, Menem y Duhalde. Todo un símbolo. |