Este martes, integrantes del colectivo Mujeres Trans Famosas Toluca, se manifestaron frente al Congreso del Estado de México para exigir que se discuta la propuesta de Ley de Identidad de Género, cuya iniciativa lleva desde diciembre del año pasado en proceso de discusión.
El grupo de mujeres puso tiendas de campaña bloqueando las principales avenidas frente al congreso e iniciaron una huelga de hambre, aseguran que la mantendrán hasta que los legisladores discutan y aprueben la iniciativa de ley. Durante la manifestación un grupo de comerciantes ambulantes del centro de Toluca y del Mercado 16 de septiembre discutieron con las manifestantes exigiéndoles que retirarán las casas de campaña de las vialidades y permitieran el flujo de gente pues el bloqueo afectaba las ventas que ya de por si se veían disminuidas por la pandemia. Después del intercambio, ambas partes llegaron al sensible acuerdo de mantener el plantón que representa la demanda urgente de un sector profundamente vulnerado.
¿De qué sirve la Ley de Identidad de Género?
La Ley de Identidad de Género permite que las personas trans actualicen, mediante un proceso administrativo, sus documentos oficiales: acta de nacimiento, INE, pasaporte, etc. para que correspondan con el nombre y género con el que se identifican ,sin que la persona tenga que atravesar por procesos quirúrgicos ni hormonales.
La documentación con datos erróneos es, tan solo, uno de los problemas que enfrentan las personas trans en el día a día, pues constantemente se encuentran con complicaciones para realizar trámites y verificar su identidad ya que sus documentos oficiales no corresponden con su género.
Asimismo, una de las cuestiones fundamentales, tiene que ver con la discriminación permanente a la hora de buscar un trabajo digno, pues los abusos se multiplican y profundizan, manteniéndoles perversamente por fuera del sistema, dando lugar a vejámenes inauditos que padecen a diario, elevando las cifras de transfeminicidios de forma permanente.
En un reportaje realizado por La Izquierda Diario a referentes de la comunidad trans, una de ellas nos comentaba sobre las consecuencias profundas del no reconocimiento: “Si se quiere atender el transfeminicidio, se debe pensar qué está llevando a las mujeres trans a estar en una posición de vulnerabilidad tan alta, donde tus únicas opciones son estilismo y trabajo sexual. Ser mano de obra no calificada sin acceso a la educación, a la vivienda; deserción escolar temprana; abandono familiar, etcétera.”.
Hasta el momento, son 13 los estados de la república en los que se aprobó esta ley: Ciudad de México, Coahuila, Colima, Chihuahua, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sonora y Tlaxcala.
En un país como México, que ocupa el segundo lugar a nivel mundial en crímenes de odio hacia la comunidad sexodiversa y personas trans, la aprobación de esta ley es fundamental para avanzar en la conquista de los derechos para la población trans que, recurrentemente, padece discriminación y violencia.
Si bien no es la primera vez que se discuten este tipo de iniciativas de ley, siempre se han visto ensombrecidas por los sectores más conservadores y de derecha, como lo es el religioso, que se opone completamente al acceso de estos derechos fundamentales para tener una vida digna, bajo argumentos absurdos y fatalistas que sugieren que las aprobaciones de estos derechos llevaran, eventualmente, a la eliminación del género. El mismo Papa Francisco Bergoglio, líder de la Iglesia católica, llegó al extremo de comparar a las personas trans con armas nucleares, ataques que promueven la ignorancia y avivan los discursos de odio.
La importancia del movimiento de mujeres
En los últimos años, el movimiento de mujeres ha tomado fuerza, exigiendo principalmente el cese a la terrible oleada de violencia que, en México, nos arrebata a 14 mujeres al día. Al mismo tiempo, se pelea por otros derechos como el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, ligado a la urgencia de aprobación del aborto legal, seguro y gratuito, anticonceptivos gratuitos al alcance de todos y todas, así como la necesidad de educación sexual integral para poder definir plenamente nuestra maternidad y evitar la muerte de miles de mujeres jóvenes y personas con capacidad de gestar en abortos clandestinos.
Pero, en este escenario, entra también la pelea por los derechos de las mujeres trans, que representan uno de los sectores más vulnerables de la sociedad, enfrentándose constantemente al rechazo y la discriminación. Las nulas oportunidades laborales para este sector, han creado una dinámica en donde su principal fuente de trabajo deba ser la prostitución, exponiendo su salud y sus vidas para poder asegurar su manutención.
En un sector del movimiento se reconoce la importancia de la incorporación de las mujeres trans a la lucha por nuestros plenos derechos pues no se puede concebir un feminismo que excluya a un sector de mujeres violentadas y precarizadas.
Sin embargo, en los últimos años ha cobrado fuerza una corriente feminista que, basándose en los mismos argumentos biologicistas que usa la iglesia conservadora, muestran una velada (cuando no abierta) transfobia y exigen la expulsión de las mujeres trans de los espacios organizativos de lucha. El feminismo radical trans excluyente o TERF expone que solo aquellas personas con útero pueden ser consideradas mujeres, reduciendo la complejidad del concepto de un ser humano a un órgano. Esta concepción no se diferencia del pensamiento patriarcal que impone los roles de género basándose en el sexo de las personas y en muchas ocasiones se trata de posturas ligadas a grupos auspiciados por la derecha, como el caso de Las Brujas del Mar, en Veracruz, vinculadas al PAN.
Es realmente preocupante que, en el momento actual, en el cual las mujeres en todo el mundo somos la punta de lanza que desnuda la opresión patriarcal del sistema capitalista, un sector del feminismo en México, aunque sea minoritario, empalme con los argumentos conservadores de la derecha en lugar de abogar por la liberación de toda forma de opresión hacia todas las mujeres, utilizando el discurso de odio a conveniencia y eligiendo a qué personas les parece válido discriminar.
Por ello, es indispensable pelear por construir un feminismo que se apueste a cambiar de raíz las condiciones de todas las mujeres y las causas que llevan a ellas, es necesario abogar por el reconocimiento de la identidad de todas las personas, por cupo laboral trans con salarios justos y condiciones dignas que permitan sacar a este sector de la sociedad de la vulnerabilidad y precariedad, así como que los tratamientos médicos y hormonales sean gratuitos y se garanticen en todo el país.
El feminismo que necesitamos para la emancipación de las mujeres y su liberación de la opresión sistémica, se debe apostar a luchar en contra de un sistema capitalista y patriarcal, y no centrarse en la división dentro del movimiento de mujeres. El enemigo siempre será el sistema que nos mantiene viviendo en condiciones desiguales y nefastas y no otras mujeres que, como nosotras, son explotadas y enfrentan además aspectos brutales de opresión y discriminación. |