En una denuncia anónima que nos llegó a la redacción de La Izquierda Diario, reproducimos a continuación las pésimas condiciones laborales e irregularidades que comete la Empresa Pullman Bus.
Graves hechos de precarización laboral, contratos irregulares de trabajo y abusos, incumplimiento de normas sanitarias y de seguridad, Certificaciones falsas, descarado agobio a sus conductores aun cuando no se les respeta sus descansos en tierra mensuales ni por horas de conducción, es lo que se vive en Pullman Bus. Empresa de transporte de pasajeros que mantiene a sus conductores hasta tres meses sin permitirles llegar a sus casas con sus familias, opera en Chile aparentemente en regla solo se preocupa de lucir maquinas en perfecto estado en sus carrocerías, ocultando criminales desperfectos técnicos y explotación a sus choferes.
Empresa de transporte de pasajeros inter regionales Pullman Bus, que opera en Chile desde 1940, entre Cartagena y San Antonio inicialmente, y que rápidamente extendió sus servicios a 32 sectores en décadas posteriores. Pullman Bus es otra más de las empresas que ha logrado enriquecerse y crecer rápidamente a costa del sacrificio humano, explotación laboral, y paupérrimos servicios a bordo. A pesar de la fuerte competencia ahora es una de las que mantiene un monopolio en la zona Norte quien ya en 2007 logro invadir el territorio nacional desde Arica a Punta Arenas. ¿La clave del éxito? El total desapego y respeto por las vidas humanas, tanto de sus pasajeros como la de su tripulación, y una inimaginable cadena de organismos e instituciones de fiscalización laborales, de seguridad y certificación inoperantes y corruptas.
Pedro Farías Soto, con ya casi 90 años, forrado en fortuna, a costa de explotación y sinvergüencería, quien se jacta de haber iniciado el negocio como auxiliar de buses, aun preside el directorio de la compañía, es quien hereda no solo sus máquinas y poder, si no que las artimañas para hacer dinero fácil a costa del sacrificio de sus trabajadores, junto a su hijo Luis Pedro Farías, personajes que ya en 2015 registraba un patrimonio estimado de más de US$ 200 millones, una participación de mercado de 16% a nivel nacional en el segmento de transporte interurbano de pasajeros, movilizando a mas de 7 millones de vidas humanas en el año.
Contratos irregulares en completa impunidad
Durante años la empresa mantenía a sus conductores con contratos por el salario mínimo legal, aun cuando dicho personal debía y debe contar obligatoriamente con su respectiva licencia de conducir profesional acreditada y con los años de experiencia necesarias para desplazar maquinarias de tamaña envergadura y con la cantidad de asientos que estos cuentan, mas aun si son de dos pisos.
La naturaleza de estos contratos iba en total desmedro de sus imposiciones, además de otorgarles al empleador total facilidad de despedir al profesional puesto que no le significaba mayor costo en sus finiquitos. Más tarde se consiguió las imposiciones del trabajador se extendió al sueldo total, pero manteniendo la contratación por el sueldo mínimo.
La modalidad de pago del conductor se basa en la producción, vale decir, 6% de comisión por pasaje vendido, y así lograr alcanzar el sueldo pactado, o que por lo menos se acerque a un salario decente acorde a su oficio, que no solo implica el conducir una máquina, sino que además conlleva un sinfín de responsabilidades, puesto que de él dependen no solo la integridad del bus, sino que la de decenas de personas usuarias del servicio por largas horas y kilómetros de viajes, de hasta días enteros incluso. Responsabilidad que muchas veces, por no decir siempre la integridad misma del conductor pasa a segundo plano.
El conductor en este caso se ve en la obligación de exigirse al máximo posible, para conseguir las metas exigidas, y va a depender siempre de las fechas de mayor o menor afluencia de pasajeros, alcanzada la meta una enorme tajada se las llevan las AFP,s y Salud e impuestos, ( IVA), sumándole a ello una serie de artimañas administrativas para desfavorecer aun más la remuneración del trabajador.
Sin derecho a vacaciones
Pullman Bus no se queda a atrás cuando se trata de arrebatar el más legítimo derecho a vacaciones legales por año al trabajador. Y es que ya es común en las empresas que logran crecer rápidamente a costa de los derechos y garantías hasta a de las propias familias que hay detrás de cada mano operario, mano de obra cada vez más barata para los dueños de una empresa.
La ley laboral los faculta enormemente para no dar cumplimiento al tiempo necesario que le haga merecedor de su descanso después de un año de sacrificada labor. Esto obedece a la flexibilidad laboral de la que goza el empresariado chileno subsidiado por el Estado e irregularidades de las cuales las Inspecciones del Trabajo son ciega sorda y muda. O las multas son insignificantes, vergonzosas y una burlescas. Muchos de los conductores al más mínimo intento de reclamar por sus vacaciones es despedido antes o después de conseguirlas de algún modo.
No existe el merecido descanso para un conductor, ya sea porque se lo niegan o porque criminalmente Pullman Bus se las ingenia para reducir su sueldo si este descansa, he ahí la trampa del sueldo en base a la producción.
La consecuencias son más que obvias, fatiga, irritabilidad, estrés físico y mental, desmoralización en su máxima expresión. Consecuencia que fácilmente conllevan a accidentes fatales, diarios, y ocultos por los medios y fiscalizadores…la gran mayoría de accidentes carreteros protagonizados por buses interprovinciales suceden única y exclusivamente por la falta de descanso de sus choferes, además de convivir diariamente con la preocupación por lograr alcanzar sus metas mensuales, y peor aun el hecho de llevar consigo la dura realidad de estar lejos de su familia por meses.
Sin duda una dura realidad que millones desconocen, y que las autoridades ocultan. Miles de conductores, viven, duermen, comen y ocultan sus penas arriba de un bus por años. Muchos de los profesionales del volante no logran ver crecer a sus hijos, perdiendo incluso lo más lindo de estar junto a ellos cuando tienen una pena o una alegría, un logro o un fracaso. No existen los festejos, los fines de año, los cumpleaños ni las graduaciones de un hijo. Pérdidas y sacrificios irrecuperables, que estos miserables empresarios del transporte no se merecen.
El verano logra ser la única época productiva
Naturalmente es la fecha en que aumenta la demanda de pasajes, y aumenta también la competitividad y mala intención de los dueños de buses, de alguna u otra forma se las arreglan para que el conductor no logre alcanzar metas significativas, ya sea asignándole rotación de horarios o tramos desfavorables, desperfectos de los buses que los mantiene parados por días y hasta semanas sin producir. Lejos de su zona y sin dinero ni alimentos, debiendo muchas veces el propio trabajador costearse estadías y comidas.
El deterioro de la salud de los conductores del cual ni la empresa ni las entidades de seguridad jamás se han hecho cargo. Pullman Bus ha presentado un sinfín de casos de muerte laboral causadas principalmente por las precarias condiciones a la se exponen sus trabajadores, infartos, accidentes cerebro vasculares, son más comunes de los que se conocen, y no solo derivan en la muerte del conductor si no que de los pasajeros que transporta. La presión de trabajo es extrema, legalmente un conductor debe trabajar no más de 10 días por 5 de descanso, la jornada diaria no debe exceder a mas de 5 horas de manejo continuas.
La realidad es otra, en un tramo de 30 horas de viaje, que corresponde a la ruta Santiago-Arica, muchas veces un solo chofer debe conducir 10 horas continuas, debiendo devolverse en muchos casos en no más de dos horas, y si la conducción es de noche el peligro es significativamente mayor. Y estos no son casos aislados, los abusos se profundizaron con la pandemia, puesto que Pullman Bus se escusa que debido a ello se ha visto en la obligación de desvincular al personal auxiliar para dar cumplimiento con los protocolos sanitarios. Es ahora el propio chofer quien debe cargar con todas labores de la tripulación, carga de equipajes, atención a bordo, revisión de pasaje, entre otras cosa. Además de velar por el correcto funcionamiento y mantención de las maquinas la mayor parte del tiempo en desperfecto.
Pésimas condiciones sanitarias, alimentación y alojamiento
A pesar del Covid 19, comidas recalentadas, añejas, frías, eso si logran comer durante el día, puesto que muchas veces las máquinas han presentado panes en plena mitad del desierto, debiendo esperar por hora y hasta noches enteras por auxilió o remolque.
Se han registrado ya varios casos de conductores contagiados por Covid 19, otra irregularidad oculta, limitándose a dejar a los enfermos en las mismas piezas en las que alojan habitualmente, sin el más mínimo resguardo ni aislamiento. No cumplen siquiera con derivarlos a una residencia sanitaria, cero implementación de elementos de aseo e higiene, ni siquiera alcohol gel o guantes.
Documentación falsa de acreditación sanitaria, otorgadas por empresas inexistentes, o fumigación inapropiada con productos no certificados por empresas no calificadas ejecutadas por personal inmigrante.
Sindicalismo inexistente o desbaratado
Pullman Bus usa la ya vieja artimaña del multi rut, a vista y paciencia de la Dirección del Trabajo, con nombres como Los Corsarios, Atacama Vip, Los Libertadores, Los Conquistadores, hasta una empresa Fantasma, Transportes Cometa. Finalidad más que obvia, dividir al personal.
Así es como funcionan esta mafia de empresarios del transporte subsidiados por el estado. La Mayor inversión que logran realizar es en personal inspector tipo fiscalizador de pasajes quienes cumplen con la única función de hostigar y perseguir a los conductores para evitar supuestos robos de valores.
Pero en lo que respecta a mantención de las máquinas o seguridad y bienestar para sus trabajadores, en lo absoluto, muchos de los buses se desplazan con los neumático literalmente lisos…son verdaderas maquinas de hacer dinero a costa de vidas humanas ¡Mafia criminal a la que alguien tiene que ponerle freno!