En un nuevo informe en el programa MinutoUno, realizado por el periodista Alejandro Bercovich, se denuncia a los “buenos muchachos” que acompañan a Martín Lousteau en la campaña electoral. El informe detalla los negociados de las autoridades de la UBA que hoy son aliados del referente de ECO.
Entre los denunciados se encuentra el Secretario de Hacienda de la UBA, Emiliano Yacobitti, el ex decano de la Facultad de Ciencias Económicas, José Luis Giusti y Gastón Ricardo, otro ex funcionario. Todos ellos, según la denuncia son propietarios de empresas proveedoras del Hospital Clínicas, que depende de esa universidad. Esas empresas lucran a costa del presupuesto del Hospital, al que venden insumos con enormes sobreprecios.
La amenaza contra Bercovich corrió a cargo del dirigente de Nuevo Espacio (ex Franja Morada) Juan Manuel Oro, quien insultó a dos docentes de la cátedra donde también enseña el periodista. Les dijo que lo iban a "hacer reventar como una rata”.
Semejante amenaza no debería sorprender. Es una muestra cabal de los intereses que defiende Nuevo Espacio. El “modelo” impuesto por estos dirigentes, junto a Yacobitti, en la Facultad de Ciencias Económicas está puesto al servicio de recaudar y recaudar. Allí el 66 % del financiamiento es privado, existen un sinfín de negocios relacionados con los posgrados y las aulas están auspiciados por grandes empresas como Errepar o Techint. Cuando estos gestores subieron un escalón hasta el mismo rectorado expandieron su “área de negocios” a otros sectores de la UBA.
Que estos negociados se sostengan y se perpetúen solo es posible por el pacto que existe entre el kirchnerismo, el radicalismo y el PRO. Esa alianza fue la que llevó a Giusti como decano de Económicas y apoyó la designación del ex SIDE Darío Richarte como vicerrector de la UBA. Actualmente, y a pesar de todos los cuestionamientos, el rector Barbieri sostiene a Emiliano Yacobitti al frente de la Secretaria de Hacienda de la UBA.
Lo que estamos viendo pone de manifiesto el hecho de que el gobierno de la UBA y de las distintas facultades se halla en manos de una casta, con múltiples mecanismos a su disposición para enriquecerse. Esta casta tiene la potestad de ejercer la gestión, sin ningún tipo de control de la mayoría de la comunidad educativa de la UBA, que somos los estudiantes y docentes. El método de elección de autoridades en la UBA implica que son los Consejos Directivos los que eligen a los decanos. Esos Consejos están integrados, en su mayoría, por representantes votados por un grupo reducido de profesores concursados y se perpetúan en sus cargos con abultados sueldos que llegan a superar los $100.000.
Es preciso recordar que Bercovich fue uno de los pocos periodistas que, cuando Darío Richarte fue denunciado por nosotros públicamente como ex agente de la SIDE, dio a conocer la noticia, mientras la enorme mayoría de los medios de comunicación se mantuvieron en silencio.
Desde la Juventud del PTS nos solidarizamos con Alejandro y volvemos a plantear nuestro compromiso para encarar una fuerte campaña de apoyo pública. Desde las presidencias de los centros de estudiantes de Filosofía, Sociales y Piscología de la UBA vamos a impulsar declaraciones de apoyo y las medidas que consideremos puedan aportar a fortalecer esta denuncia que pone sobre el tapete la realidad de estos funcionarios que hacen negocios con nuestra universidad, para favorecer los intereses de los empresarios y los gobiernos de turno. | 
