Xuxa, la artista brasileña internacionalmente conocida, pidió que las vacunas sean probadas en personas presas y sentenció: “Que al menos sirvan para algo antes de morir”.
Sus repudiables declaraciones tuvieron lugar durante un vivo de Instagram de la cuenta de la Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro, en el marco de debate sobre los derechos de los animales que son utilizados para las investigaciones.
“Los cosméticos creo que son innecesarios…Champú, maquillaje… Creo que es totalmente innecesario” sostuvo respecto de las pruebas que se hacen en animales para este tipo de productos. Luego, contradictoriamente, sostuvo que sí estaría a favor de usar personas.
“Yo tengo un pensamiento que puede parecer muy ruin para alguna gente, que puede parecer inhumano”, se atajó y agregó: “En mi opinión, creo que hay mucha gente que ha hecho muchas cosas mal y que está ahí pagando sus errores ad eternum, para siempre en la cárcel, que podría ayudar en esos casos ahí, para experimentos”.
Y continuó: “Creo que al menos servirían para alguna cosa, ¿me entiendes?. Para ayudar a salvar vidas, con la medicina, todo”. Señaló que sabe que los defensores de los derechos humanos se manifestarán en contra, “pero si ya está probado que son personas que van a vivir 60 o 50 años en prisión, y van a morir ahí, yo creo que podrían usar un poco de su vida para, por lo menos, ayudar a algunas personas probando remedios, vacunas, probando todo en esas personas para ver si funcionan”.
Las declaraciones de la artista no pueden ser tomadas a la ligera. Lo que sugiere, recuerda a las prácticas de los nazis con las personas judías. Una persona privada de su libertad sigue teniendo derechos, no debe pagar con su vida o con su salud las consecuencias de sus actos. En el mundo está naturalizado que las personas privadas de su libertad deben soportar las peores condiciones de vida durante la reclusión. Esto da lugar a planteos como los de Xuxa. Estar en la cárcel no quiere decir que las personas deban morir de cualquier manera, ser tratadas como de segunda, ni como ratas de laboratorio. |