Este fin de semana se cumplieron 9 años del asesinato de Daniel Zamudio, un joven chileno de 25 años de origen humilde, que fue cobarde y cruelmente asesinado en pleno centro de Santiago. Sin duda, un hecho que estremeció a miles dado que mostró una realidad que hasta el día de hoy vive la comunidad LGTBIQ + pero que hasta hace 9 años atrás ni siquiera era reconocida. Muestra también la miseria social que persiste en sectores simpatizantes del nazismo, que aunque son muy reducidos, hemos visto que guardan importantes vínculos con esferas de poder, lo cual los protege y muchas veces suministra de redes y medios para cometer sus actos criminales.
Ante esto miembros de la dirección del movilh plantearon que: "insistiremos ante el Gobierno y en el Congreso Nacional en una reforma que dé fuerza a la Ley Zamudio, para que deje de ser un león sin dientes. Entre otros, proponemos una institucionalidad antidiscriminatoria e indemnización para las víctimas", añadieron.
¿Cómo se puede esperar de un Gobierno asesino y patriarcal consideración ante los crímenes de odio hacia la comunidad LGTBI? Sin duda es una pregunta que cuesta que incluso responda la dirigencia del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh). A estas alturas es evidente de que si la ley Zamudio es un “león sin dientes” es por que el mismo Parlamento lleno de dinosaurios y el Gobierno que niegan el derecho al aborto por ejemplo, es quien limó los colmillos de la ley. Por tanto es evidente que el camino de lobby parlamentario y gubernamental del Movilh es absolutamente estéril.
El Movilh insiste en la misma añeja estrategia de confiar en las buenas intenciones del Gobierno, y ese camino ya mostró sus resultados. Impunidad y marginalidad. Es hora de que el movimiento LGTBIQ+ defina quienes son sus verdaderos aliados, ¿el Gobierno y el Parlamento o los trabajadores, las mujeres y la juventud que saltó los molinetes en el metro? Ya que además de luchar por frenar los asesinatos, es decir, defender el derecho a la vida de la diversidad, hay que continuar la lucha por su reconocimiento y respeto en el mundo laboral y escolar de les trabajadores y niñes trans.
Para que nunca mas un compañere homosexual o trans muera apuñalado o marcado con esvásticas en su cuerpo es fundamental levantar un gran movimientos por los derechos de las mujeres y la diversidad, que de la mano con les trabajadores, pelee por una perspectiva que unifique la lucha contra el patriarcado y su herencia conservadora homolesbotransfobica con la lucha contra la explotación capitalista y todo tipo de opresión social, política, étnica y/o reproductiva. |