El presidente de Edenor Ricardo Torres aseguró que "si el Estado definiera que la totalidad del déficit previsto por Edenor se incluya en la factura de los clientes, sin aplicar mayores subsidios, las tarifas deberían aumentarse un 28% a los clientes residenciales, y un 31% promedio para todos los clientes de Edenor".
Así lo hizo al hablar en la audiencia pública en la que se debate una tarifa de transición al 2023 para las distribuidoras eléctricas del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Con ese incremento afirmó que "un millón de clientes pagarían en promedio $ 800, y otro millón, $ 1.600", a lo que agregó que "solamente el 18% de nuestros clientes residenciales pagaría más de $ 2.100".
"Solicitamos que a través de tarifas o subsidios directos se nos provea de los fondos necesarios para continuar el proceso de mejora y ampliación del servicio", sostuvo Torres, quien también afirmó que "estos déficits no incluyen margen alguno de ganancia para sus accionistas".
Por otro lado, destacó que la compañía propone ir hacia un nuevo esquema de facturación con "un costo fijo uniforme y dos cargos variables, que no significa más ingresos para Edenor ni para el Estado, sino una reasignación y simplificación que permita un mejor control por parte de los clientes".
En la misma audiencia, el presidente de Edesur, Juan Carlos Blanco, propuso hoy aumentos en las tarifas del suministro de la energía eléctrica del 34% en la factura para los clientes residenciales de la distribuidoras, y del 45% para el resto de las categorías.
Explicó que “conceptualmente existen dos formas excluyentes de ingresos para poder cubrir todas las erogaciones del servicio”, y precisó que “una es aplicando un aumento sobre la tarifa del usuario final, y la otra, mediante un subsidio nacional”.
Al respecto, señaló que “el nivel de combinación de ambas soluciones es una decisión propia de las autoridades”.
El ejecutivo remarcó que “una primera propuesta consta de un aporte de los usuarios con un nuevo cuadro tarifario a partir del 1 de abril, y que necesita una actualización en agosto, según la inflación”. “La aplicación de este cuadro tarifario significaría un aumento del 34% para los usuarios residenciales y del 45% para el resto de las categorías”, finalizó.
Las empresas eléctricas, que durante las últimas décadas recibieron subsidios multimillonarios del Estado, son frecuentemente denunciadas por no realizar las inversiones correspondientes para garantizar el servicio.
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