El show mediático sigue su curso. En medio del momento más crítico a nivel sanitario desde el comienzo de la pandemia del COVID19, el gobierno no pierde oportunidad en colocar todas sus fichas en el proceso de vacunación, mientras las miles de personas contagiadas, y muertas producto de la propagación del virus, siguen sumándose día tras día.
Así quedó demostrado durante la mañana de este martes, donde por medio de una conferencia de prensa, el presidente Piñera, acompañado de sus encargados en salud, festejaban la compra de 1 millón 800 mil vacunas provenientes de CanSino Biologics, laboratorio de origen sino-canadiense, que tiene la particularidad de requerir tan solo una dosis para su administración.
“Eso nos va a permitir vacunar a toda la población objetivo”, señaló el mandatario.
Sin embargo, esta es una vacuna que aún no se encuentra aprobada en Chile, y cuya solicitud para su uso de emergencia fue recién ingresada en el Instituto de Salud Pública (ISP), el 11 de marzo, encontrándose a la espera de una resolución, de acuerdo a lo signado por CNN Chile.
Tal situación de legitimación mediática, solo evidencia la desesperación de un gobierno, que teniendo como piso político la adquisición de vacunas a nivel internacional, hoy se encuentra contra las cuerdas frente a sus negligentes medidas para afrontar el COVID19, llamando la atención incluso de los medios internacionales.
Una situación crítica que no ha tenido freno
De acuerdo al último informe entregado por el Ministerio de Salud (MinSal), se reportaron 5.394 nuevos contagios donde 3.427 corresponden a casos sintomáticos, y 1.244 asintomáticos, y 37 muertos. Esto, habiendo un 10% de positividad en los test.
Sin embargo, sumada al alta tasa de contagios y muertos que persisten, se suma la gravedad de las personas contagiadas, habiendo hoy día 2.649 personas hospitalizadas en unidades de cuidados intensivos (UCI), y de estos, 2.312 conectados a ventilación mecánica. Y a esto se suma el 96,38% de las camas críticas ocupadas, habiendo sólo 132 disponibles a nivel nacional, de acuerdo a lo señalado por La Tercera. E incluso a esto se suma las cepas provenientes de Brasil y del Reino Unido que se encuentran en circulación, a la que se suma la cepa de Nueva York, que desde el ISP, ya han señalado la capacidad de resistir de mejor manera las vacunas actuales, y siendo mucho más letal.
Por su parte el gobierno juega con fuego, extendiendo las restricciones individuales a prácticamente la totalidad de las comunas a nivel nacional, pero manteniendo el régimen laboral que condena diariamente a decenas de miles de trabajadoras y trabajadores al contagio, con aglomeraciones en los medios de transporte, como el Metro o todo tipo de locomoción colectivo. Esto, sin mencionar al mantenimiento de la productividad en sectores de la economía que no son esenciales, potenciándose así también el contagio por medio de los lugares de trabajo, y ni hablar de esto en los colegios, luego de la irracional vuelta a clases por parte del Ministerio de Educación, encabezado por Raúl Figueroa.
Este gobierno nos condena al contagio ¡Basta ya de que los trabajadores paguen esta crisis!
Está más que claro que a este gobierno no le interesa en nada la salud de los trabajadores y sectores populares, siendo quienes pagan de manera más cruda los efectos tanto de la crisis sanitaria como económica abierta por el COVID19. Luego de más de un año de desatada la pandemia, las medidas parches con bonos, préstamos y soluciones de similar calaña, están totalmente del lado opuesto de los grandes beneficios de los grande empresarios, a quienes se les blinda sus grandes fortunas, con medidas como la “ley de protección del empleo”, que siendo votada por la Oposición, incluyendo el Partido Comunista, facultó a miles de empresas a suspender laboralmente a sus trabajadoras y trabajadores.
Por otra parte, hoy se discute el tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones, agregándose la iniciativa presentada por el actual alcalde de Las Condes precandidato presidencial por la derecha, Joaquín Lavín, haciendo el llamado a que quienes los estimen puedan hacer uso de su fondo de cesantía. Esto sabiéndose que hay una gran cantidad de personas que ya no tienen fondos ni en su AFP, ni por medio de su seguro de cesantía. Y lo más indignante, debiendo una vez más la clase trabajadora pagar esta enorme crisis.
Resulta por tanto necesario denunciar estos ataques sistemáticos hacia las grandes mayorías asalariadas, y luchar por un plan de emergencia integral basado en medidas concretas, y no en la buena voluntad ni del gobierno, ni de la “Oposición”, que no es más que patrañas.
Es necesario organizarse y luchar por un plan de emergencia integral, para afrontar la crisis, a través de un gran impuesto a las grandes fortunas, y por medio de la renacionalización de los recursos naturales como el cobre para que vayan directamente a nuestros de derechos sociales como educación, salud y vivienda, y no a los bolsillos de un puñado de empresarios. A su vez es necesario pelear por un salario igual a la canasta familiar básica, y prohibir los despidos, que sólo es una medida de los empresarios para mantener sus ganancias a costa de la desocupación y la precariedad de las y los trabajadores, como ha quedado demostrado con la maldita “ley de protección del empleo”.
Hay que decir claramente ¡Que la crisis la paguen los grandes empresarios! ¡Nuestras vidas valen más que sus ganancias! |