En medio del aumento de los casos de la pandemia y las insuficientes medidas del gobierno para controlarla, este martes avanzó la reforma que posterga las elecciones. La medida que en primera instancia fue revisada por las comisiones de Constitución y de Gobierno e Interior unidas hasta altas horas de la madrugada fue aprobada en general por 23 votos a favor y 1 en contra. Este miércoles deberá ser votada en la sala de la Cámara de Diputados para continuar con su tramitación. La medida establece que las elecciones de Convencionales Constituyentes, Gobernadores, Alcaldes y Concejales se realizarán el 15 y 16 de mayo.
Si bien todavía quedan pendientes algunos puntos de la reforma, en lo esencial las elecciones se postergarán al 15 y 16 de mayo. Además, la segunda vuelta de las elecciones de Gobernadores será el 13 de junio y no el 4 de julio fecha que había propuesto el Gobierno. Otra de las indicaciones en discusión fue el aplazamiento del ejercicio de los alcaldes que fue aprobado hasta el 28 de junio.
Se ratificó también la propuesta del gobierno de no modificar el padrón electoral con lo que aproximadamente 20 mil jóvenes quedarán sin derecho a sufragio. En cuánto a la propaganda electoral, se zanjó que quedará suspendida cuando la reforma se promulgue y se retomará desde el 29 de abril hasta el 13 de mayo, 3 días antes de la nueva fecha de las elecciones.
Sin medidas de fondo para enfrentar la crisis sanitaria
Como medidas complementarias a la reforma constitucional, las comisiones de la Cámara de Diputados aprobaron que hasta las elecciones solo puedan funcionar establecimientos comerciales considerados como esenciales de acuerdo al Plan Paso a Paso excluyendo a Malls y cines entre otros. Además se propone dejar el transporte gratuito para el día de la elección.
Además, como señala Ex-Ante, durante la jornada la presidenta del Senado Yasna Provoste (DC) habría negociado con Piñera la ampliación del IFE de 70% a 80% de la población considerada "más vulnerable" y una subida de sus montos de 100 mil por carga al rango 150 a 170 mil pesos. Según señaló ese medio Piñera habría dicho que la ampliación de los bonos debía estar en “el marco presupuestario disponible”.
Así, el discurso de la oposición que se debía cambiar la "gobernanza sanitaria y subir las ayudas sociales" para correr las elecciones se traduce en apenas un aumento del 10% en la cobertura del IFE, ningún cambio en los demás instrumentos de ayuda y un aumento para quienes cumplan la infinidad de requisitos. Piñera y los políticos del régimen se niegan a implementar un impuesto a los grandes empresarios para tener recursos para enfrentar la pandemia. Este estado al servicio de los ricos permite que mientras hay miles muriendo y exponiéndose al contagio los grandes millonarios ganen como nunca (Luksic duplicó su fortuna en 2020) y fuguen millones de dólares fuera del país para sus negocios en el extranjero.
Por el contrario, no hay medidas de fondo para garantizar cuarentenas efectivas como garantizar un salario de emergencia de 550 mil pesos para todos y sin letra chica, establecer por ley la prohibición de los despidos para evitar que las y los trabajadores se vean obligados a ir a trabajar garantizando un ingreso no inferior a 550 mil pesos.
Mientras, en el terreno sanitario tampoco hay cambios significativos en la estrategia sanitaria aumentando la precarización de las y los trabajadores de la salud. Como muestran diversos reportajes la trazabilidad del país empeoró con la vacunación masiva producto que se multiplicaron las tareas a las que son sometidos las y los trabajadores de la salud. No se ha aumentado el personal y no hay recursos para hacerlo.
Piñera y el parlamento se niegan a unificar el sistema de salud y terminar con el negocio de clínicas y laboratorios privados para poner al servicio del combate de la pandemia todos los recursos que existen. |