El trabajador rural y albañil, oriundo de la Localidad de Cortaderas, no aparece desde el pasado 27 de marzo. De acuerdo a la palabra de un testigo, a Ochoa se lo llevaron dos personas encapuchadas que portaban armas.

La desaparición de Alejandro "Bebo" Ochoa, de 35 años de edad, está repleta de incógnitas. La familia del vecino de Cortaderas reclama saber cómo avanza la investigación y qué hipótesis se barajan ante este secuestro.

"Es muy raro lo que le pasó a él", dijo Fernando, uno de los hermanos en declaraciones ante la prensa local. El familiar insistió en que Alejandro "no es una persona que deba plata, es una persona trabajadora y humilde" y negó ciertos rumores que circulan en torno a este hecho, como un "ajuste de cuentas" o, incluso, a "problemas de drogas".

Las últimas novedades del caso que está conmocionando a la provincia, y que ya tiene alcance nacional, tienen que ver con medidas judiciales, tales como rastrillajes, pericias al celular de Ochoa, inspecciones en los espejos de agua de la zona, declaraciones testimoniales y búsqueda de cámaras de seguridad y filmaciones que pudieran haber registrado lo sucedido u ofrecer pistas al respecto.

Asimismo, en el día de la fecha, la Policía de la zona detuvo al único testigo clave del hecho, quien es – precisamente - la persona que vio la secuencia del ataque a Alejandro que terminó posteriormente en su desaparición.

Por el momento, familiares y amistades del joven trabajador rural y albañil se concentran en la plaza principal de Cortaderas, frente a la Comisaría, donde aguardan noticias por parte de las autoridades, exigiendo la aparición con vida de el "Bebo".

En caso de no recibir respuestas, advirtieron que volverán a manifestarse con marchas y cortes de ruta, acciones que fueron fundamentales para que la Policía y la Justicia puntanas tomaran seriamente cartas en el asunto.