La mañana de este miércoles profesores y apoderados volvieron a las afueras del colegio Carlos Miranda para exigir una nueva directiva y la reincorporación inmediata de los docentes despedidos en plena pandemia.
La directora Marcia Abarca, acusada de malos tratos y una gestión paupérrima durante la pandemia, todavía no da respuesta, a pesar de las sostenidas reuniones entre la comunidad educativa y la CORMUN, cuestión que causa ansiedad e irritación en toda la comunidad educativa.
A continuación te dejamos las declaraciones que nuestro equipo de Izquierda Diario recogió el día de ayer en el mitin:
Apoderada N. A:
"Hemos tenido nula información del colegio en cuanto al comienzo de las clases virtuales, a la entrega de materiales, a cómo van a funcionar, a la suspensión de profesores (...) vivimos el día a día sin saber qué va a suceder, porque hay profesores que se encuentran con licencia debido a que no han sido capaces de solventar la carga laboral y emocional que se les ha exigido".
Apoderada B. M:
"Por eso estamos acá con algunos apoderados manifestándonos. Porque hemos llevado una, dos, tres reuniones y aún no tenemos respuestas. La directora ni siquiera se ha manifestado en una reunión ni se ha acercado a nosotros. Ni el colegio nos ha llamado por teléfono. Las medidas que nosotros queremos es un cambio de la directora porque tenemos profesores con licencia, profesores con maltrato, materiales que todavía no se les entregan a los alumnos[ [PIE] y una clase online de media hora con los alumnos solos, ¿por qué? Porque no había profesores"
Apoderada A:
"Este año no recibió tablet mi hijo y aún estamos a la espera de una solución. [La directora] no comprendió mi situación y aun así me hizo firmar una carta de compromiso [aceptando las clases online]. Para mí fue como una amenaza por vulnerar los derechos de mi hijo, y no es así. Fue por un tema de enfermedad, un tema de cesantía de mi marido. No somos de Rancagua, llegamos hace poquito de Valdivia, y ningún apoyo de ella. No me escuchó".
Es necesario recordar que esto no es un caso aislado. A nivel nacional el fracaso de la política educativa del gobierno expresa el fracaso general de las garantías de derechos mínimos de la infancia y la juventud en medio de la crisis.
El colegio Carlos Miranda es un caso extremo de violación de los derechos fundamentales de la infancia, ya que afecta directamente el correcto ejercicio del derecho a una educación digna y de calidad.
Malos tratos, despidos injustificados de docentes, falta de recursos materiales y tecnológicos a un mes de iniciadas las clases, carencia de profesores para clases telemáticas, abandono de la cobertura PIE por falta de profesionales, desinformación generalizada, son sólo algunos de los problemas que expresaron las apoderadas en la manifestación.
“¿Qué estamos esperando? ¿Qué termine el año?”, se pregunta una apoderada que exige como condición mínima un canal de comunicación con la directora Marcia Abarca. “Las medidas que nosotros queremos es un cambio de directora, nosotros y los profesores, porque aún no tenemos respuesta” (apoderada B. M). |