La familia Slim ha tejido un entramado enorme de empresas dentro de Grupo Carso y América Móvil, haciendo de la subcontratación y precarización el día a día para miles de nosotros. En nuestro caso, la gran mayoría de técnicos no trabajamos directamente para Carso sino para KBTEL, una empresa subcontratista que constantemente viola y pisotea nuestros derechos.
Desde hace años el esquema de contratación viene sufriendo fuertes ajustes, pasando de ganar $1,900.00 a $1000.00 a la semana. Este último esquema es con el que están entrando los trabajadores de nuevo ingreso, miles de jóvenes orillados a niveles muy altos de precarización. Si bien se les dice que pueden generar el doble por medio de comisiones, la realidad es que pocas veces son las que hay trabajo y material suficiente para poder “ganar más”.
Para los que ganan “un poco más” la situación es un tanto más tensa, pues constantemente se busca que acepten el nuevo esquema de pago o de lo contrario la empresa opta por despidos injustificados.
Las jornadas laborales suelen ser de más de 10 horas, sin derecho a tiempo extra ni a cualquier otro tipo de bono pues las prestaciones son mínimas. Ante cualquier siniestro, dígase robo, accidente o extravío, la empresa hace de todo para que sea el trabajador el que cubra el monto de la reparación o recuperación. Y ante el caso de algún accidente laboral, es el trabajador el que tiene que cubrir los gastos médicos.
Nuestros ingresos dependen principalmente del trabajo por destajo que podamos hacer día con día. Migajas de todo lo que hacemos ganar a la empresa.
¿Qué implica para nosotros el “parar a las filiales”?
Lo primero que implica es que no se pueda generar más que el salario base, las comisiones no se generan porque no se puede trabajar. Esto trae un serio problema porque si bien pocas veces son las que hay suficiente trabajo, es principalmente de las comisiones de lo que un trabajador puede solventarse. Teniendo así que nuestros ingresos y por ende nuestras familias, quedan en el limbo, puesto que durante los días de no hay trabajo los bolsillos de todos los trabajadores sufren un fuerte ajuste.
Evidentemente la empresa CARSO/KBTEL no hace nada para poder hacer más llevaderos estos días, todo lo contrario. Se obliga a los trabajadores a tomar vacaciones adelantadas o a tener que pagar las horas no trabajadas durante los siguientes días. Como siempre la empresa descarga sus pérdidas sobre el trabajador.
Lo más grave es que en muchos casos, principalmente en otras filiales, ni siquiera se les paga a los técnicos. Una completa violación a los derechos del trabajador.
La unidad es la mejor opción
Los trabajadores de filiales y sindicalizados no somos ni rivales, ni enemigos, somos hermanos de clase. Sin embargo, la dirección del STRM insiste en que somos la fuente de problemas de la base telefonista y alienta acciones y discursos de odio contra nosotros, cuando, a unos y otros, sólo nos interesa sostener a nuestras familias y disfrutar de una vida más digna.
Somos conscientes que toda lucha implica sacrificios y no tememos sufrir afectaciones económicas con tal de conquistar mejores derechos y prestaciones. Lamentablemente la gran mayoría de trabajadores tercerizados como nosotros no contamos con herramientas de organización y lucha como los son los sindicatos, o nos encontramos en organizaciones obreras “fantasma” que sólo sirven para ayudar al patrón a cubrir requisitos legales.
Vemos con preocupación las amenazas de Telmex sobre sus conquistas y sabemos que en la medida en que los golpeen a nosotros nos irá peor. Por eso vemos su lucha con simpatía y apostamos a que logren conservar realmente intacto su Contrato Colectivo de Trabajo, pues es nuestro referente laboral y si pierden ellos perdemos todos los trabajadores de las telecomunicaciones más desprotegidos.
Trabajamos dentro del mismo gremio e inclusive para el mismo patrón, los Slim. Son ellos quienes prefieren vernos divididos y desorganizados, de esa forma pueden aplicar cualquier ajuste en nuestra contra. Es frustrante que uno de los hombres más ricos del mundo, por un lado, tenga a las filiales con grandes niveles de precarización y, por otro, aplique duros golpes en contra del STRM.
Todo con el falso argumento de que Telmex está en números rojos, pues nos damos cuenta cómo desvían recursos hacia Carso (por lo menos) para abrir una contratación de decenas de miles de jóvenes precarizados y llenan sus almacenes con materiales y herramientas que les niegan a los sindicalizados.
Consideramos que sólo tejiendo lazos de solidaridad y fraternidad entre todos los trabajadores y las trabajadoras sindicalizados y tercerizados de Telmex podemos forjar una unión tan fuerte como para arrinconar al hombre más rico del país y arrancarle el conjunto de nuestras demandas:
Respeto total al CCT del Sindicato de Telefonistas, no al paquete accionario, contratación de las miles de vacantes que Telmex debe al STRM, abajo el outsourcing y la precarización en Telmex, basificación y trabajo digno para todo el personal subcontratado. ¡Unidad entre trabajadores tercerizados y sindicalizados! |