Con más de un 92% de los votos, los trabajadores del sindicato de naviera mercante más grande a nivel nacional, votaron el inicio de una huelga que tendría lugar desde el día martes 6 de abril, luego de que rechazaran la última oferta laboral que, según dicen desde el sindicato, es prácticamente lo mismo que la última negociación colectiva.
Las demandas que rigen la movilización que vendría a tomar lugar la semana que viene son reducción de horas de sobretiempo, becas de estudio, y aumentos de bonos, entre otras demandas. Pero por sobre todo, lo principal sería mejores tiempos de embarco y pasar más tiempo en tierra en la condición actual de la crisis sanitaria. Explican que “Nuestra gente lleva meses navegando, con pandemia, con portalón cerrado, hasta 5 meses de navegación seguidos, lo que es excesivo”.
No es sorpresa que las demandas de la negociación colectiva se mezclen con un ánimo de denuncia a la patronal del holding Ultranav, ligado a los von Appen, una familia de origen nazi y que estuvo dispuesta incluso a levantar un juicio contra los trabajadores portuarios que protagonizaron una combativa lucha el año 2018. La intransigencia patronal fue brutal en ese entonces, con una lucha que implicó enfrentamientos con la policía y tendencias contra la burocracia sindical.
El desarrollo de la huelga votada por los trabajadores de la naviera Humboldt aún está por verse, pero tienen a favor ya su posición estratégica en una situación de emergencia. La patronal ya anunció que iba a apelar a “los buenos oficios” para extender la realización de la huelga por una semana al menos, y probablemente de realizarse la huelga será acompañada de una campaña mediática de criminalización a trabajadores que ponen en peligro al país, cuando en realidad son las patronales las que les ponen en condiciones de explotación miserables lejos de sus familias por meses en una situación de constante incertidumbre sanitaria.
Habrá de verse entonces, cómo se desarrolla un conflicto que por el momento está enmarcado dentro de los límites de la legalidad y las negociaciones cupulares entre los dirigentes y la empresa. Pero también está por verse qué tanto de ese 92% de votos puede expresarse en una lucha también por fuera de esos márgenes o de las contenciones que se intenten realizar, ya que, como sabemos, los von Appen son intransigentes, y buscarán a toda costa aplacar una lucha más abierta, recurriendo en primer lugar a un acuerdo cupular con las dirigencias, a espaldas del resto de los trabajadores. |