La decisión vino luego de que de los tripulantes de Humboldt rechazaran la última oferta laboral que, según dicen desde el sindicato, es prácticamente la misma que la de la última negociación colectiva.
Los trabajadores reclaman la reducción de horas extra, becas de estudio y aumentos de bonos, entre otras demandas. Pero por sobre todo, lo principal sería mejores tiempos de embarco y pasar más tiempo en tierra en la condición actual de la crisis sanitaria. Explican que “Nuestra gente lleva meses navegando, con pandemia, con portalón cerrado, hasta 5 meses de navegación seguidos, lo que es excesivo”.
No es sorpresa que las demandas de la negociación colectiva se mezclen con un ánimo de denuncia a la patronal del holding Ultranav, ligado a los von Appen, una familia de origen nazi y que estuvo dispuesta incluso a levantar un juicio contra los trabajadores portuarios que protagonizaron una combativa lucha el año 2018. La intransigencia patronal fue brutal en ese entonces, con una lucha que implicó enfrentamientos con la policía y tendencias contra la burocracia sindical.
El desarrollo de la huelga votada por los trabajadores de la naviera Humboldt aún está por verse, pero tienen a su favor una posición estratégica en la actual situación de emergencia.
De realizarse la huelga, será probablemente acompañada de una campaña mediática por parte de la patronal de criminalización de trabajadores, intentando imponer la idea de que ponen en peligro al país, cuando en realidad son las patronales las que los ponen en condiciones de explotación miserables lejos de sus familias por meses en una situación de constante incertidumbre sanitaria.
Los von Appen son intransigentes y buscarán a toda costa aplacar una lucha más abierta, recurriendo en primer lugar a un acuerdo cupular con las dirigencias, a espaldas del resto de los trabajadores.
Hay que ver cómo se desarrolla el conflicto, que por el momento está enmarcado dentro de los límites de la legalidad y las negociaciones por arriba entre los dirigentes y la empresa.
Pero también está por verse cuánto de ese 92 % de votos puede expresarse en una lucha por fuera de esos márgenes o de los intentos de contención. | 
