Durante el periodo de recolección de apoyos ciudadanos para el registro de candidaturas independientes (entre diciembre de 2020 y febrero de este año), varios aspirantes expresaron su inconformidad y exigencias a las autoridades electorales, ante el hecho de que dicha recolección se estaba realizando en condiciones muy riesgosas para la salud derivadas de la pandemia.
Ante la mortal emergencia sanitaria, el Instituto Nacional Electoral (INE) se limitó a emitir protocolos, habilitar una inútil aplicación de autoservicio para registrar el apoyo ciudadano y a extender algunos días el periodo de recolección que, por ejemplo en la CDMX, no fueron equivalentes al tiempo que duró el semáforo rojo.
Además, ninguno de los partidos con registro, cuyo presupuesto millonario de campaña electoral y prerrogativas en los medios de comunicación no los obliga a exponerse en la calle, propuso un aplazamiento de la campaña por el registro de las candidaturas independientes, mostrando al igual que el INE su carácter antidemocrático.
En consecuencia, las y los aspirantes se vieron obligados a seguir saliendo a las calles, barrios y colonias, incluso en semáforo rojo, lo que puso en riesgo su salud, la de sus colaboradores y la de la población en general, en una situación que además restringía en gran medida la posibilidad de obtener apoyos ciudadanos debido al crecimiento de contagios en las casas y la disminución de personas en la vía pública.
El carácter no esencial de esta actividad, sin embargo, no fue reconocido por el INE, que no tomó medidas efectivas para garantizar, tanto el derecho a la salud, como el derecho a ser votados para las y los aspirantes a candidaturas independientes, por lo que dichos derechos fueron vulnerados ante la indiferencia canalla de consejeras y consejeros del Instituto.
Entre estos aspirantes estuvo Flora Aco, militante del Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas (MTS) quien, junto a las y los estudiantes y trabajadores del Frente de Izquierda Anticapitalista (FIA), realizó distintas acciones de protesta, denunciando la actitud criminal del INE y la antidemocracia imperante.
Al mismo tiempo Flora, que era reconocida cada vez más en el distrito federal 23 como una voz trabajadora que se diferenciaba de los candidatos de los partidos del régimen, representando la única alternativa anticapitalista de la precampaña, se sumó a coordinarse junto con un sector de aspirantes para actuar en común, denunciando la situación en una conferencia de prensa conjunta, en jornadas virtuales e interponiendo recursos legales (demandas) para exigir al INE medidas para garantizar sus derechos. Sin embargo, esos recursos fueron desechados en minutos por quienes se ostentan como los garantes de la democracia.
Castigo selectivo
Pero por si todo esto fuera poco, ahora el INE arremete contra este sector de aspirantes, imponiendo sanciones monetarias (multas) por faltas menores -incluso ridículas- en el proceso de fiscalización que, cabe aclarar, no involucró ni un solo peso del erario público.
Gracias al intercambio que se mantiene entre las y los aspirantes, desde el primer momento quedó claro que estas multas representan una represalia por parte del INE, pues se les imponen justamente a quienes interpusieron demandas, mientras que en otros casos, que incurrieron en faltas incluso más graves, el Instituto sólo determinó una amonestación pública. Se trata, en pocas palabras, de un castigo por exigir derechos.
Hablamos de multas que, al menos en algunos casos, representan sumas muy onerosas. Por ejemplo, en el caso de Flora Aco, trabajadora estatal precarizada, la sanción equivale al 60% de sus ingresos mensuales, un castigo económico -y político- que se magnifica en época de pandemia.
Así, mientras consejeras y consejeros del INE posan como héroes de la democracia al cancelar la candidatura de impresentables como Félix Salgado Macedonio, al mismo tiempo toman venganza contra quienes se atrevieron a cuestionar las condiciones antidemocráticas para poder registrar candidaturas independientes.
Nada menos se podía esperar del organismo encargado de garantizar –más allá de la actual disputa con AMLO y el Morena- los mayores obstáculos para la participación electoral independiente, en primer lugar de las y los trabajadores, sus organizaciones y la izquierda socialista.
Por eso, desde MTS, junto a las organizaciones con las que integramos el FIA, nuevamente denunciamos, públicamente, al INE, como lo hicimos durante toda la precampaña, al mismo tiempo que denunciamos la antidemocracia del proscriptivo sistema electoral y seguimos planteando la necesidad de conquistar representaciones políticas propias, de los explotados y oprimidos, como parte de la lucha por la organización independiente de las y los trabajadores. |